Durante los últimos días de mayo, cuando Spike Lee habló en exclusiva con SEMANA, Nueva York era el epicentro de la pandemia y Lee, en su Instagram, venía de publicar un poderoso corto dedicado a su ciudad y su gente.
Días después, Estados Unidos estaba en el corazón de otro huracán. El asesinato de George Floyd desencadenó la reacción de miles de manifestantes indignados por la discriminación racial y la brutalidad policial. La misma historia de injusticia, inequidad y violencia hacia los negros se repetía.
Al respecto, Spike Lee declaró en días pasados a la revista Ethic: “Esto no es nuevo, lleva pasando 400 años. La gente negra sigue siendo asesinada por doquier en Estados Unidos. Muchas veces por la policía y, para echarle sal a las heridas, los asesinos suelen quedar libres. Pero soy optimista. Ya no somos solo los negros y los marrones los que protestamos, ahora están nuestras hermanas y hermanos blancos”.
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El cine de Spike Lee recorre esa misma espiral obstinada de la historia negra, esa reiteración de verdades injustas que parecen negar la consigna #BlackLivesMatter. Su más reciente producción, 5 sangres, entra en la piel de los soldados negros que pelearon en Vietnam una guerra por un país que los discriminaba en casa. Décadas después de la guerra, cuatro de ellos regresan a esa selva a rescatar el cuerpo de un amigo muerto en combate. Será un encuentro con fantasmas del pasado, heridas aún abiertas y el paisaje cultural de un país totalmente distinto.
"Crispus Attucks fue el primer negro que murió por Estados Unidos en la guerra de independencia. Así que hemos muerto por este país desde sus orígenes"
Historias de personajes negros que caminan a lo largo de la delgada línea entre la vida y la muerte, conscientes de que el paso siguiente puede ser fatal y de que nada garantiza que aquella muerte –al igual que aquella vida– importe. Vietnam, Harlem, Brooklyn o Minneapolis son escenarios de la misma lucha que este director ha narrado durante casi cuatro décadas.
SEMANA: ‘5 sangres‘ parece ambiciosa en su producción y en la manera en que combina géneros y ambientes. ¿Qué retos supuso? ¿Fue un rodaje muy diferente al de sus otras películas?
Spike Lee: Nunca antes había rodado en la selva. Fuimos hasta Tailandia y rodamos en Chiang Mai y Bangkok, y también en Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam. Esta película fue construida sobre la premisa de que debía ser épica. El acercamiento que tuvieron Thomas Sigel, en la dirección de fotografía; Wynn Thomas, en el diseño de producción, Terence Blanchard con su extraordinaria banda sonora, más el reparto de actores llevó cada aspecto de la producción a una escala épica. Esa era la intención desde el principio.
SEMANA: Ese enfrentamiento armado, que al igual que el nuestro ha tenido más impacto en la selva, es el escenario para un ejercicio de memoria histórica. En este caso, reconocer a esos soldados negros que sacrificaron sus vidas por un país que no se preocupaba por ellos.
S.L.: Creo que eso permanece hasta hoy en día con ese tipo que está en la Casa Blanca, el ‘agente naranja’. Lo que usted menciona es el conflicto que la gente negra ha tenido desde el principio. Peleamos todas las guerras por un país sabiendo que los problemas se mantienen. Crispus Attucks fue el primer negro que murió por Estados Unidos en la guerra de independencia, durante la Masacre de Boston, en 1770. Así que hemos muerto por este país desde sus orígenes. Y seguimos peleando por este país, aunque estemos conscientes de que nuestros derechos no son plenamente reconocidos y, lo que es peor, ¡ni siquiera nuestra humanidad!
La nueva producción de Spike Lee, 5 sangres, entra en la piel de cinco soldados negros que pelearon en Vietnam por un país que los discriminaba en casa.SEMANA: Las minas, activas muchos años después del final de la guerra, aparecen como una gran amenaza para la población vietnamita. Es un gravísimo problema que también vivimos en Colombia. ¿Qué lo llevó a mostrar esa violenta huella del conflicto?
S.L.: Las minas siguen lastimando y matando gente en Vietnam, Camboya, Laos. El hecho de que sigan enterradas te hace pensar que las guerras no van a desaparecer. Incluso en lugares como Berlín y Londres descubren bombas que no estallaron en la Segunda Guerra Mundial. ¿Cuántos años han pasado? Vietnam fue hace 50 años y aún vemos las huellas de la guerra, la gente muerta y herida.
SEMANA: En su película La hora 25, Monty Brogan lanza ante el espejo una diatriba de amor y odio hacia Nueva York. Ese recurso es retomado en otras de sus películas. Ahora, en Vietnam, es Paul –el personaje interpretado por Delroy Lindo– quien arremete contra la historia frente a la cámara. ¿Qué lo lleva hasta ese lugar?
S.L.: Es parte del trabajo de guion y de dirección. Si usted tiene a Delroy Lindo en su reparto, tiene que pasarle la pelota. La primera vez que lo vi fue en una obra de Broadway. Él viene del teatro. Yo sabía que sería impecable y lo fue. Al ponerlo a mirar a la cámara logra transmitir a la audiencia su realidad distorsionada. Es un personaje trágico y atormentado que, como mucha gente que regresa de una guerra, ya no es el mismo.
SEMANA: En sus películas, la música no solo tiene una intención dramática, sino también narrativa. La voz de Marvin Gaye toma fuerza musical y asimismo política. ¿Cuál es la historia detrás de esto?
S.L.: Marvin Gaye tenía un hermano mayor llamado Franklin, que prestó servicio en Vietnam como operador de radio y le escribía al cantante con frecuencia. Esas cartas que Marvin recibe de su hermano son un primer relato de los horrores de Vietnam. Aparte, Marvin estaba en Motown viendo cómo se complicaba el regreso del soul. Creo que ambas cosas contribuyeron al álbum What’s Going On. Tenía sentido incluir algunas canciones de ese disco de 1971, que siento que es uno de los mejores de la historia.
"No podemos pasar por encima de quienes no tienen servicio médico, wifi en la casa, computadores, y cuyos hijos no están recibiendo educación."
SEMANA: ¿Cuál es su perspectiva sobre la realidad que se está viviendo? ¿Cómo lee este escenario de lanzar esta película cuando nadie puede ir a los cines?
S.L.: Al igual que todas las personas, yo también tenía planes. Tenía planeado ser el jurado en Cannes, planeaba que 5 sangres fuera estrenada mundialmente, y el mundo cambió. Entonces no era el plan, pero quedé contento de que Netflix dijera “¿Sabe qué? Vamos a mostrarle esta película al mundo”. 5 sangres está disponible para streaming en todo el mundo. Estoy feliz de que la gente pueda verla.
La película está disponible en Netflix. SEMANA: ¿Usted cree que, como raza, terminaremos mejor o peor después de esta pandemia?
S.L.: Espero y oro todas las noches para que no volvamos a la misma mierda. Todas las muertes serán en vano si hacemos eso. Esta brecha entre quienes tienen que salir y quienes no es antiética: la gente que nos mantiene en marcha es aquella que tiene que ir a trabajar, a los hospitales, a los supermercados, quienes manejan el metro. No podemos pasar por encima de quienes no tienen servicio médico, wifi en la casa, computadores, y cuyos hijos no están recibiendo educación. Hay mucha desigualdad que debe ser atendida. Eso no pasará si el agente naranja se convierte en el próximo presidente de Estados Unidos.
SEMANA: Este tipo de inequidades e injusticias también son muy marcadas en Colombia. ¿Esa es la magia de las películas, que hablen de lo mismo sin hablar de lo mismo?
S.L.: Creo que sí hay una magia. En las películas que amo, la forma es maravillosa. Quien hace la cinta hace lo que quiere hacer. Cuando era un niño en Brooklyn, veía esas películas y me sumergía en otros mundos, en otras culturas. Eso es lo que hacen las películas.