El director-gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, está recluido en el centro de detención de Rikers Island, una cárcel de máxima seguridad en las afueras de Nueva York, tras ser acusado de intento de violación de una mucama del hotel de lujo donde se había hospedado. Las autoridades informaron que Strauss-Kahn ocupa una celda para él solo, aislado del resto de la población penitenciaria para su propia protección. Rikers Island es considerada una institución peligrosa donde presos famosos pueden estar en riesgo de ser atacados. Otro Mundo La realidad que enfrenta el alto funcionario es muy lejana de la vida que llevaba como cabeza del organismo financiero multilateral, aspirante a la presidencia de Francia y una de las personalidades más influyentes en la política y economía mundiales. Aunque la sede del FMI queda en Washington D.C., Strauss-Kahn se la pasaba viajando por el mundo de reunión en reunión, discutiendo el futuro económico de naciones o preparando su campaña presidencial de 2012. Su tercera esposa, Anne Sinclair, es una adinerada estadounidense reconocida en el ámbito social, artístico y mediático. Su abuelo fue el concesionario del arte de Picasso y ella fue presentadora del principal programa político de televisión, con entrevistas exclusivas a líderes políticos y personajes de la farándula. Abandonó la televisión después de que su esposo fuera nombrado ministro de Finanzas francés. Ambos mantenían, sin embargo, un bajo perfil y se movían en un exclusivo círculo cerrado de destacadas figuras del mundo empresarial, económico y financiero, dice el diario The Washingon Post. La pareja tiene una lujosa mansión en la exclusiva zona de Georgetown de la capital estadounidense. Según el diario, la edición de junio de la prestigiosa revista Washingtonian pensaba incluir un artículo de presentación de la potencial pareja presidencial de Francia. Ahora, todos los medios del mundo publican fotos de Strauss-Kahn esposado, con la cara demacrada, siendo ordenado a permanecer en custodia en Rikers Island. Laberinto caótico La prisión de Rikers es un laberinto caótico de celdas que contienen unos 11.000 reclusos -segregados según sexo y edad, muchos de ellos esperando juicio. Algunos de los más conocidos presos que pasaron un tiempo allí incluyen a Mark David Chapman, el asesino de John Lennon; el rockero punk Sid Vicious, implicado en la muerte con cuchillo de su novia; el rappero y pandillero Tupac Shakur, asesinado más tarde en Los Ángeles; y Guy Velella, exsenador estatal de Nueva York, condenado de soborno y conspiración. Se espera que la rutina y condiciones de la detención de Strauss-Kahn sean las mismas que las de los otros reos, dice el corresponsal de la BBC, Tom Burridge. Será despertado a las 6 de la mañana y las luces se apagan a las 11 de la noche. Aunque tiene una celda personal de 3x4 metros, según la agencia Reuters, no tendrá que permanecer en ella a todas horas. Todos los reclusos reciben una hora de recreo al día y Strauss-Kahn estará escoltado por un guardia durante los períodos que este por fuera de la celda. En cuanto a la alimentación, el menú está muy alejado de cualquier cosa a la que pudiera estar acostumbrado en los restaurantes gourmet de Manhattan: carne de pavo molida, verduras y pan. La presunta víctima Allí estará por lo menos hasta el viernes, cuando sus abogados presentarán una apelación que le permita poder salir libre bajo fianza, alegando que Strauss-Kahn no ofrece riesgo de fuga. Según le comentó a BBC Mundo el abogado penalista Vincent Doyle, la fianza podría rayar el millón de dólares y las condiciones de su liberación estarían sujetas a la restricción de su movimiento. La juez Melissa Jackson negó el pedido inicial de libertad bajo fianza, el lunes, persuadida por los fiscales de la gravedad de las acusaciones y de supuestos antecedentes similares. Varios cargos graves pesan en contra del jefe del FMI. Entre estos están la comisión de un acto sexual en primer grado que acarrea una condena máxima de 25 años de cárcel, intento de violación en primer grado (hasta 15 años de cárcel) y abuso sexual en primer grado (hasta 7 años de cárcel). Poco se sabe de la mujer que acusa a Dominique Strauss-Kahn de estos delitos. Se dio a conocer que proviene de África, tiene 32 años y una hija adolescente con la que vive en el distrito de Bronx. La policía ha intentado mantener su identidad en secreto y la ley del estado exige que no se revele hasta el final del caso.