La carrera electoral en Estados Unidos se prepara para una jornada clave. Desde 1984, varios estados anticipan sus elecciones partidistas para tener mayor visibilidad. Por ello, las programan para el primer martes de marzo, conocido desde entonces como el supermartes. Esta vez, California participará en la jornada del 3 de marzo por primera vez. Esto es crucial, pues ese estado aporta el mayor número de delegados a la Convención Demócrata, que tendrá lugar del 13 al 16 de julio en Milwaukee. Por el lado republicano, Donald Trump apenas tiene oposición, por lo que su candidatura es inevitable. Pero en el Demócrata hay seis candidatos con serias aspiraciones para enfrentar al magnate en noviembre. Hasta ahora, votaron en Iowa, New Hampshire y Nevada, tres estados que marcaron el termómetro de la carrera electoral, pero en los que no había mucho en juego.

En el sistema electoral norteamericano cada estado escoge sus reglas. Unos realizan una votación cerrada en formato de asambleas o caucus; en otros, cualquier ciudadano, sin estar necesariamente vinculado al partido, puede participar en la primarias. Todos los estados que participan en el supermartes otorgan los delegados en proporción a los votos de cada candidato, a diferencia de otros que entregan todas las credenciales al ganador (winner-takes-all).