Al escenario lo cubre una carpa de circo: curva y alargada, roja y blanca. Los que hablan son payasos: Pirulo, Tuerquita y Misy. Y ellos, los que gritan y exclaman, se golpean y lloran, se tropiezan y caen, interpretan a varios personajes de las grandes tragedias griegas: Edipo, Antígona, Creonte, Tiresias. Todo esto, lo que ocurre bajo esa carpa, tiene un solo objetivo: que los payasos cuenten la trilogía de Sófocles (Edipo rey; Edipo en Colono y Antígona) en sesenta minutos. A grandes rasgos esa es la propuesta de Pero sigo siendo el rey, obra de la compañía teatral Rueda Roja bajo la dirección de Jorge Mario Escobar y la dramaturgia de Carolina Mejía. La obra, que echa mano del interesante recurso del teatro dentro del teatro, es la primera coproducción que hace Teatro Petra en su nueva sede con otra compañía. Para Rueda Roja, ser los primeros en este ciclo de coproducciones con Petra (habrá 5 más este año) “es genial para la egoteca”, tal como Jorge Mario le dijo a ARCADIA. Le puede interesar: El último ciclo de películas en la Cinemateca Distrital y más: 10 eventos culturales para la semana Pero sigo siendo el rey propone una unión que ha resultado fructífera para las puestas en escena contemporáneas: juntar el lenguaje del clown (lleno de chistes, gags y corporalidad) con grandes clásicos del teatro como Molière o Shakespeare. En este caso, los espectadores presencian una adaptación bastante libre y original de los tres clásicos de Sófocles, mientras se hilvanan las tensiones y conflictos de los tres payasos. Tal como explica Carolina Mejía, la idea para esta adaptación surgió hace por lo menos cuatro años, cuando Casa E promovió la presentación de obras de microteatro y Rueda Roja participó con una versión de Edipo rey de tan solo 15 minutos. Para esa oportunidad, y como lo han hecho en los once años de trabajo de la compañía, el lenguaje escogido para narrar la historia fue el clown. Mejía siguió estudiando el personaje de Edipo y por eso se metió de lleno a la trilogía de Sófocles, esperando el momento adecuado para montarla y presentarla. Pero faltaba algo: un motivo. Una razón para montar la obra y que no fuera otra adaptación en clown de un clásico universal. Tal como Mejía le dijo a ARCADIA, “exploré una idea que me quedó sonando de mi época universitaria: el personaje más trágico de Antígona no es otro que Creonte, un tirano aferrado al poder que pasa por encima de su familia y los dioses, lo que en últimas es la mejor representación de la hybris griega. Este personaje, relacionado con todos los tipos de autoritarismos que vemos hoy en día, me hizo pensar que este era el momento preciso para escribir la obra y montarla”. Sin lugar a dudas, la obra deja ese punto claro: Creonte, un personaje literario menos recordado que Edipo o Antígona, es el protagonista trágico de Pero sigo siendo el rey. El payaso que lo interpreta, Pirulo (Freddy Torres), comparte con él su tiranía y sus excesos, pues trata a los otros dos payasos, Tuerquita (Javier Riveros) y Misy (Jenny Lara) con violencia y desconfianza. Le sugerimos: El manifiesto contra la casi nula presencia femenina en la Bienal de Novela Vargas Llosa La mezcla de clown y tragedia griega resulta refrescante y, claramente, tragicómica. En un momento Pirulo interpreta un sesudo monólogo de Creonte para luego recibir un golpe involuntario de Tuerquita, quien a su vez interpreta al coro griego o a algún sabio del reino. Sin embargo, más allá de lo gracioso que resulta este contraste, Jorge Mario insiste en que lo más importante para Rueda Roja es la historia. “Queríamos que el público se llevara una noción clara de las dos historias. Por un lado las tragedias de Sófocles y por el otro los conflictos de los payasos. Obviamente, todo esto contado con el lenguaje del clown y con una obra que, como solemos decir, no da esperanza sino risa”. Y sí. La risa que produce Pero sigo siendo el rey tiene su caballo de Troya, pues el autoritarismo de Creonte/Pirulo tiene eco en diversos aspectos de nuestro entorno: desde la política nacional hasta el horror de los feminicidios. En ese sentido, esta puesta en escena honra una de las virtudes de los textos clásicos: sin importar los años de distancia que nos separan con Sófocles, sus personajes se sienten cercanos yurgentemente vigentes. Lea también: ‘El Piedra‘: el carácter doble y complejo de la paternidad desde el boxeo Quien asista a la obra podrá responder si el trío de payasos logra narrar la trilogía trágica en sesenta minutos. Además, la obra presentada bajo esa carpa circense deja una pregunta para nada cómica: ¿Cuántos Creontes hay sueltos por el mundo? *‘Pero sigo siendo el rey‘ se presenta en el Teatro Petra (Carrera 15 bis 39-39) de miércoles a domingo hasta el 16 de junio. (Miércoles a sábado a las 8:00 p.m. y domingos a las 4:30 p.m.)