El microbiólogo Jared Leadbeater, del Instituto de Tecnología de California (Caltech), demostró la existencia de un extraño tipo de bacteria que es capaz de comer metal, confirmando así esta teoría científica. El hallazgo de Leadbeater fue producto de un accidente, pues halló un compuesto de carbonato de manganeso de color crema que recubría los objetos de cristal que había dejado en el lavadero de platos. El carbonato de manganeso se había oxidado convirtiéndose en óxido de manganeso. Los investigadores analizaron el contenido de los frascos a través de un estudio de su ARN, encontrando que había hasta 70 bacterias.
Las bacterias que llamaron la atención de los científicos fueron las de las familias ‘Nitrospirae‘ y ‘Betaproteobacterium‘, debido a que estas son capaces de alimentarse de manera autótrofa, es decir, que es capaz de alimentarse de ciertos organismos y de sintetizar todas las sustancias esenciales para su metabolismo a partir de sustancias inorgánicas. Esta capacidad se realiza mediante un proceso llamado quimiosíntesis, que consiste en sintetizar materiales orgánicos generados por una fuente de energía química. El estudio fue publicado por la revista ‘Nature‘, en la que Leadbeater detalla cómo fue el proceso para confirmar que las bacterias comían metal. "Comencé a preguntarme si los microbios tan buscados podrían ser responsables", explicó Leadbeater en una nota de Caltech, "así que realizamos pruebas sistemáticamente para resolver eso".
Para verificar si esto realmente estaba sucediendo debido a un proceso biológico, Leadbeater y su equipo recubrieron más frascos con MnCO3 y esterilizaron algunos con vapor abrasador. El compuesto de manganeso en ellos no se oscureció (incluso un año después), pero los frascos que no habían sido esterilizados sí. Por lo tanto, el ladrón de electrones tenía que ser algo que pudiera ser destruido por el vapor caliente. “Las bacterias estaban usando la energía de los electrones de manganeso para convertir el CO2 en carbono utilizable, como las plantas usan la luz solar para convertir el CO2 y el agua en azúcares y oxígeno durante la fotosíntesis”, explica el estudio. El manganeso es un nutriente esencial para el ser humano. El cuerpo lo utiliza para para procesar grasas, proteínas y para la formación de huesos, y se obtiene de alimentos como nueces, tés y verduras de hoja verde. "Estas son las primeras bacterias que comen metales que usan manganeso como fuente de combustible", explicó Leadbetter, aunque se predijo que tales microbios existieron hace más de un siglo.
Los investigadores señalaron que este descubrimiento puede explicar los ciclos de los elementos y cómo han influido en la Tierra. "Este descubrimiento llena un vacío intelectual importante en nuestra comprensión de los ciclos elementales de la Tierra y se suma a las diversas formas en que el manganeso, un metal de transición abstruso, pero común, ha dado forma a la evolución de la vida en nuestro planeta", dijo el geobiólogo de Caltech, Woodward Fischer, quien no participó en el estudio.