El fallo contra Google dictaminado este lunes, que determina que la compañía incumple con las leyes antimonopolio estadounidenses, redefinirá el acuerdo que tiene actualmente con Apple, ya que pactaron introducir su buscador como predeterminado en el navegador Safari.
El juicio contra Google, que pertenece al grupo Alphabet, comenzó en septiembre del año pasado, bajo acusaciones por parte de las autoridades estadounidenses de que su buscador había perjudicado a la competencia por pagar millones de dólares para ser el motor de búsqueda por defecto en navegadores web y móviles.
Tras analizar en los últimos meses una serie de testimonios y acciones que probarían esta violación de la normativa, un tribunal federal estadounidense dictaminó que la compañía ha determinado que Google violó la Sección 2 de la Ley Sherman, una medida de 1890 que prohíbe los monopolios en este país.
Según la sentencia, reproducida por medios como The New York Times, Google ejerce monopolio porque “disfruta de una cuota del 89,2 % del mercado de servicios de búsqueda general, que aumenta hasta el 94,9 % en los dispositivos móviles”.
Esto sería posible por acuerdos de colaboración como el que estableció hace años con Apple, que le han permitido bloquear a los posibles rivales como Bing o DuckDuckGo, de acuerdo con la denuncia promovida durante el gobierno de Donald Trump que ha resultado en este fallo.
La victoria contra Google se ha considerado “un triunfo histórico para el pueblo estadounidense”, en palabras del fiscal general estadounidense Merrick Garland. Mientras, el presidente de Asuntos Globales de Google, Kent Walker, anunció que pretende apelar esta decisión judicial.
“Esta decisión reconoce que Google ofrece el mejor motor de búsqueda, pero concluye que no se debe permitir que esté fácilmente disponible”, matizó el directivo de la firma, que irá a juicio contra el Departamento de Justicia estadounidense de nuevo este otoño. En concreto, el 9 de septiembre, tras una acusación por violar la ley antimonopolio en el ámbito de la publicidad digital.
¿Cuál es el trato entre Apple con Google?
En este sentido, conviene recordar que el Acuerdo de Servicios de Información (ISA) que tiene con Apple, vigente desde 2002, le permite ser el buscador por defecto en los productos que fabrica la firma de Cupertino. Este fallo, por tanto, podría modificar la manera en la que Apple ofrece los servicios de Google en sus dispositivos.
A comienzos de octubre del año pasado, Bloomberg adelantó que Apple se había planteado cambiar el motor de búsqueda de Google para convertir DuckDuckGo en el buscador predeterminado de Safari, a fin de fomentar la navegación privada que este ofrece.
También entonces el analista Mark Gurman avanzó que Apple planeaba ampliar la integración de su propio motor de búsqueda “de próxima generación”, conocido internamente como Pegasus, aunque reconoció que su tecnología no estaba al alcance de las prestaciones que puede ofrecer Google.
Gurman ha dicho ahora que la apuesta de Apple por la tecnología de inteligencia artificial (IA) en servicios como su asistente digital Siri muestra que la marca “se ha ido alejando de su dependencia de las búsquedas tradicionales”.
En este sentido, recordó que con la integración de las capacidades de ChatGPT de OpenAI en su software y con el objetivo de hacer lo mismo con Gemini de Google, “la empresa podría orientar a los consumidores hacia la IA y Siri en lugar del navegador web”.
De esa manera, y conforme a la reciente sentencia, el fabricante de iPhone podría establecer acuerdos no exclusivos con proveedores de herramientas y chatbots impulsados por IA, incluido Google, que no entren en conflicto con la administración estadounidense.
Asimismo, el periodista propuso que, como alternativa al buscador de Google por defecto, Apple podría presentar distintas opciones de motores de búsqueda una vez los usuarios encienden sus dispositivos por primera vez. Esto es lo que sucede actualmente con los dispositivos que vende en la Unión Europea, que presentan alternativas en durante la configuración inicial.
De esa manera, Google seguiría siendo una opción a elegir, aunque conviviría con alternativas como Microsoft Bing o DuckDuckGo, accesibles desde un primer momento, ya que actualmente el proceso que se debe llevar a cabo para cambiar el motor de búsqueda predeterminado es más tedioso.