El frío afecta a los dispositivos electrónicos, y al igual que las personas se protegen de él con ropa de abrigo, bufandas, guantes y gorros; también hay que proteger la cámara, la tableta, el ‘smartphone’ o el ordenador y portátiles que tengan en el momento.
En ese sentido, lo mejor para proteger los dispositivos portátiles es llevarlos resguardados dentro del bolsillo o en una mochila o funda para evitar la exposición directa a las bajas temperaturas. Cabe recordar que conviene esperar unos minutos para que recobre la temperatura de manera natural, una vez la persona se encuentre al interior de un establecimiento.
Asimismo, también hay que evitar los cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, pasar del frío del exterior a un interior donde la calefacción esté muy alta. Esto puede crear condensación en los componentes electrónicos del interior del dispositivo, mojando algunas de sus partes y pudiendo crear sulfatación y corrosión, lo que dejaría inservible el dispositivo, como advierten los expertos de PcComponentes.
En el caso concreto del ‘smartphone’, al tratarse del dispositivo que más se usa en el exterior, lo mejor sería calentarlo un momento con las manos antes de desbloquearlo. De lo contrario, se podría experimentar caídas inusualmente rápidas en el funcionamiento o en el nivel de batería.
Aunque este inconveniente se soluciona regresando a un espacio interior o cargando de nuevo el dispositivo, una exposición prolongada de la batería al frío puede provocar un daño permanente en forma de caída del voltaje, que obligará al usuario a reemplazarla en algunos casos.
Por otra parte, los portátiles cuentan con elementos sensibles a temperaturas muy bajas como las baterías, el disco duro o la placa base. Dependiendo de los materiales, también podemos notar que la apertura y cierre de la tapa están más duros de lo habitual. Por eso, desde PcComponentes subrayan que no es aconsejable usar estos dispositivos en la calle.
¿Por qué debería desactivar el WiFi cuando está en la calle?
Generalmente, algunos usuarios de dispositivos inteligentes suelen mantener activada la función de WiFi en su teléfono de forma permanente, esto debido a que olvidan deshabilitar esa característica cuando salen a la calle con su celular.
Sin embargo, lo que muchas personas desconocen es que no es recomendable mantener encendida esa función de forma prolongada, pese a que el teléfono móvil siempre permanezca conectado a una red de forma automática.
Esto se debe a que mantener el WiFi activo de manera permanente eleva el desgaste de la batería en el smartphone y por ende se podría generar un daño serio en el dispositivo con el paso del tiempo.
Por otra parte, expertos en ciberseguridad señalan que el mantener el teléfono conectado por mucho tiempo a una red WiFi pública representa un riesgo para el usuario, esto debido a que un ciberdelincuente puede utilizar esa red para robar información personal del usuario o infiltrar programas maliciosos en los teléfonos de los usuarios.
De manera que las víctimas podrían perder las claves de acceso de sus perfiles en redes sociales, cuentas bancaras y códigos de tarjeta de crédito, entre otros datos.
Por lo tanto, lo más adecuado es que los usuarios apaguen la función de WiFi cuando no sea necesaria para así ahorrar carga de batería en su teléfono inteligente e impedir que un hacker pueda invadir el dispositivo con malware (programas maliciosos).
Agregado a ello, es recomendable no hacer compras en comercios digitales o hacer compras en línea desde un dispositivo que está conectado a una red WiFi pública. De esta manera, se reduce el riesgo de que un cibercriminal pueda robar los datos bancarios que se usan durante una transacción online.
En general, es importante tomar medidas para proteger la privacidad y seguridad en línea, independientemente de dónde se encuentre el usuario. Algunas medidas que se pueden tomar para proteger su la intimidad e información personal son:
- Usar una red privada y segura cuando sea posible.
- Emplear una VPN para cifrar su tráfico de Internet y proteger su privacidad.
- Configurar la privacidad de su red WiFi y configurar contraseñas seguras para proteger su red.
- No compartir información personal sensible en redes públicas.
- Utilizar un software de seguridad en su dispositivo para protegerlo de malware y virus.
*Con información de Europa Press.