Salir de vacaciones es uno de los momentos más esperados para muchas personas, pero antes de partir, es crucial asegurarse de que todos los detalles en casa estén en orden, incluida la nevera. Un electrodoméstico que funciona de forma continua puede enfrentar problemas si no se toman las medidas adecuadas.
Organizar los alimentos y evitar desperdicios
El primer paso antes de salir de viaje es revisar el contenido de la nevera. Es importante que los alimentos perecederos se consuman o se desechen si no van a estar en buen estado durante su ausencia. Productos como carnes, lácteos, frutas y verduras tienen una vida útil limitada y pueden generar malos olores o incluso daños en la nevera si se echan a perder.
Para evitar esto, una opción es planificar las comidas de los días previos al viaje para utilizar todos los alimentos frescos. Otra solución práctica es congelar aquellos productos que se pueden conservar por más tiempo, como el pan, carnes o algunas verduras. Esto no solo evitará desperdicios, sino que también garantizará que haya menos riesgo de descomposición.
Aunque algunos productos pueden durar semanas, otros, como la leche o los huevos, se descomponen en pocos días, por lo que es fundamental verificar las fechas de caducidad y retirar lo que no se va a consumir.
Ajustar la temperatura para una refrigeración eficiente
Un aspecto clave para mantener la nevera en buen estado durante las vacaciones es ajustar la temperatura correctamente para que los alimentos que permanecen en su interior se mantengan frescos. La mayoría de los expertos sugieren que el refrigerador esté entre los 2 y 4 grados Celsius, mientras que el congelador debe estar a -18 grados Celsius.
Si las vacaciones serán largas y no desea dejar ningún alimento en la nevera, se puede optar por vaciarla completamente, apagarla y dejar la puerta abierta para que el aire circule. Este método no solo previene malos olores, sino que también ayuda a reducir el consumo de energía mientras no esté en uso. Sin embargo, si decide mantener algunos alimentos, es crucial asegurarse de que la puerta esté bien cerrada y sellada para evitar que se escape el frío y se dañe el contenido.
Reducir el consumo energético y evitar problemas eléctricos
Una nevera encendida durante un largo periodo sin supervisión puede ser un riesgo si no se toman precauciones adicionales. Para evitar sorpresas desagradables a su regreso, se debe asegurar que la nevera esté funcionando correctamente y sin sobrecargas de energía antes de partir. En caso de que viva en una zona propensa a cortes de luz, puede considerar utilizar un regulador de voltaje para proteger el electrodoméstico ante fluctuaciones de corriente.
Otra recomendación es asegurarse de que los estantes y compartimentos del refrigerador no estén abarrotados, ya que una nevera demasiado llena dificulta la circulación del aire, lo que puede llevar a una refrigeración desigual y, en algunos casos, a la descomposición de los alimentos. Por lo tanto, es preferible dejar un espacio suficiente entre los alimentos para que el aire frío fluya de manera eficiente.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.