Actualmente, algunas personas deciden utilizar cámaras de seguridad en sus hogares, negocios u otros sitios en donde pasan mucho tiempo del día. Sin embargo, hay quienes tienen un placer ubicar cámaras ocultas para así espiar a otros y así tener un control sobre sus movimientos o acciones que realizan en privado.
De hecho, hoy en día se pueden adquirir diferentes modelos de cámaras espía que están diseñadas para que sean imperceptibles a la vista y que pueden ser controladas de forma sencilla.
Sin embargo, la gran acogida que han tenido estos dispositivos también ha impulsado la aparición de herramientas que ayuden a detectar su presencia cualquier espacio en el que se encuentre una persona.
Gracias a ello, los teléfonos inteligentes pueden ser empleados como un detector de cámaras y lo mejor de ello es que no es necesario instalar aplicaciones sospechosas.
¿Por qué un teléfono inteligente puede detectar cámaras ocultas?
El sensor ToF, presente es las cámaras de los smartphones, es un sistema que reconoce la profundidad de un escenario con base a haces de luz infrarroja, tiene la capacidad percibir los rayos de infrarroja que no son perceptibles del ojo humano.
Gracias a que los sensores ToF pueden medir la distancia a la que se ubica un objeto mediante la proyección de un haz de luz infrarroja hacia él, las cámaras de los teléfonos pueden generar una recreación tridimensional y esto ayuda a optimizar los sistemas de reconocimiento facial.
Por esta razón, las cámaras frontales de la mayoría de los teléfonos inteligentes que cuenten el sistema de desbloqueo con el rostro pueden ser utilizadas como herramienta para detectar la presencia de cámaras ocultas en una habitación.
¿Cómo descubrir cámaras ocultas con un smartphone?
Para poder ubicar la posición de las cámaras que estén en un lugar, es necesario ingresar a dicho sitio en total oscuridad y posteriormente se debe abrir la aplicación de ‘cámara’ y ponerla en el modo ‘selfie’ o retrato.
Debido a que las cámaras espía emplean la luz infrarroja para poder captar los movimientos de las personas en áreas sin iluminación, el usuario puede moverse por la zona y así activar los dispositivos. Al realizar esto, solo se requiere usar la cámara frontal del teléfono y revisar atentamente la pantalla del equipo a que aparezca una pequeña luz parpadeante de un color parecido al violeta.
En caso de que se genere esa luz en la pantalla del equipo, el usuario del teléfono habrá encontrado la ubicación de una cámara espía que estaba oculta.
¿Cómo convertir un celular viejo en una cámara de seguridad para el hogar?
Inicialmente, es necesario contar con un teléfono móvil que ya no se use y cuya cámara esté en perfecto funcionamiento; además, se requiere de otro smartphone o un PC. Puesto que, desde el segundo dispositivo se podrá monitorear las imágenes que capta equipo viejo.
Agregado a esto, es indispensable que ambos dispositivos cuenten con acceso a internet, preferiblemente a una red Wifi con buena cobertura.
Una vez que se cumplan las condiciones antes señaladas, se sugiere eliminar toda la información que posea el teléfono antiguo; para ello se puede acudir a la función de ‘restablecer a los valores de fábrica’. Al realizar esta acción, el equipo quedará libre de apps innecesarias y su funcionamiento será mucho más eficiente.
La meta es que el equipo solo ejecute la tarea de transmitir y grabar video en vivo, por ello es clave que la memoria del dispositivo sea liberada al máximo posible.
De igual manera, es importante determinar en qué zona de la casa se ubicará el teléfono que pasará a ser una cámara de vigilancia.
Es aconsejable ubicar el dispositivo en un área en donde tenga acceso a una conexión a electricidad y que tenga conexión estable al Wifi de la casa. Esto debido a que la carga de batería del teléfono se agotará en pocas horas y por ello es crucial que siempre cuente con energía.
Además, sería adecuado que el dispositivo sea ubicado en un área que permita obtener grabaciones con una imagen estable, también sería ideal que el equipo no sea visible para otras personas que visiten la casa.
Una vez que se ha determinado el sitio en donde estará la cámara, el usuario deberá instalar en el teléfono una app que permita realizar una transmisión de video, vía streaming, de forma continua.
Actualmente, existen aplicaciones como AtHome Camera, Manything, Alfred o DVR. Webcam, servicios que se pueden encontrar en Google Play Store o App Store. Estas plataformas permiten configurar la transmisión de video de manera sencilla y brindan el recurso de monitorear la grabación desde otro equipo.
Por otra parte, ciertas apps permiten otorgar accesos a otras personas para que también puedan revisar las imágenes que captan la cámara, lo cual puede ser de gran utilidad en el caso de los padres que desean monitorear la habitación en donde duerme su bebé.
Hay que destacar que en ciertos casos, estas aplicaciones cuentan con funciones para almacenar las grabaciones en la nube, por lo tanto, existe la posibilidad de que se produzca algún tipo de cobro por el derecho de almacenamiento.
Después de realizar las configuraciones pertinentes, el usuario puede emplear el smartphone o PC que utiliza de forma cotidiana para consultar de forma periódica las imágenes que su nueva cámara de seguridad está captando.
De este modo, el viejo smartphone que antes se encontraba sin uso en el fondo de un cajón puede tener un segundo uso para los habitantes de un hogar, que posiblemente requieran de un recurso para elevar la seguridad en el interior de su vivienda.