Una de las mayores preocupaciones a la hora de utilizar las diferentes aplicaciones o novedades en el área de la tecnología, especialmente, en aquellas donde es necesario incluir los datos personales, es que estos caigan en manos de inescrupulosos o sean utilizados sin su conocimiento.
Con la llegada de la Inteligencia Artificial, millones de personas han comenzado a acceder a estas herramientas, entendiéndolas como la ayuda procedente de una máquina con la posibilidad de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear.
“La IA permite que los sistemas tecnológicos perciban su entorno, se relacionen con él, resuelvan problemas y actúen con un fin específico. La máquina recibe datos (ya preparados o recopilados a través de sus propios sensores, por ejemplo, una cámara), los procesa y responde a ellos”, de acuerdo con la página oficial del Parlamento Europeo, donde precisamente hay una preocupación por el manejo de datos.
Añadió que “los sistemas de IA son capaces de adaptar su comportamiento en cierta medida, analizar los efectos de acciones previas y de trabajar de manera autónoma”.
En particular, los reguladores de Europa anunciaron medidas para investigar a OpenAI, que es el desarrollador de ChatGPT, debido a preocupaciones relacionadas con la privacidad y la seguridad de los datos de los usuarios.
Y es que la preocupación radica en que, debido a que el acceso a esta herramienta está relacionado con la información extraída de la web, se busca determinar los problemas relacionados con la forma en como se recopilan dichos datos.
OpenAI confirmó que ChatGPT está relacionada con tres fuentes de información: datos de la web, datos bajo licencia de la empresa y datos proporcionados por los usuarios a través de chats, lo que puede incluir información personal.
Pese a que la empresa ha anunciado que se han tomado medidas para reducir la cantidad de datos personales que recopila, la preocupación es que nadie puede garantizar cuántos datos se han extraído de la web durante el proceso, no necesariamente por parte de esa compañía.
Esa preocupación llevó a que, por ejemplo, Italia prohibiera temporalmente ChatGPT, mientras que en Canadá se está realizando una investigación sobre los efectos que podría tener sobre la privacidad de los usuarios.
Todo pese a que el Reglamento General de Protección de Datos, RGPD, exige a las empresas y organizaciones que demuestren razones legales para manejar la información personal de las personas y permitan a los usuarios acceder a su información y estar informados sobre cómo se utilizan sus datos.
Esa situación llevó a que OpenAI diseñara y pusiera al servicio de los usuarios un formulario de solicitud de eliminación de datos personales. De esta manera, la persona podrá solicitar que se eliminen tus datos de los sistemas del chatbot.
En este se solicita información básica, como el nombre, correo electrónico y el país en el que se encuentra el usuario, y también alguna evidencia de que los sistemas de OpenAI han mencionado a la persona.
Los expertos han advertido frente a eso que posiblemente no se logren eliminar todos los datos, por lo que lo mejor es tener cuidado con la información compartida.
Eliminación de los datos personales
Ante esas inquietudes, OpenAI hizo pública una solución que permite detener el proceso de utilización de las conversaciones como datos de entrenamiento.
Se trata de una configuración en la que se puede desactivar el historial de chat y capacitación en la configuración del perfil. Para ello se deben seguir algunos pasos.
- Ingresar a la página principal de ChatGPT.
- Hacer clic donde aparece el nombre de usuario, que se encuentra a un lado de la parte inferior del menú.
- Seleccionar “Ajustes” (Settings).
- Seleccionar “Data controls”
- Desactivar la opción “Chat History & Training”.
De esta manera, ChatGPT ya no podrá recopilar los datos que se ingresen en las conversaciones, ni podrán ser utilizados para entrenar y mejorar los modelos.
Es importante tener en cuenta que la empresa ha advertido que conservará las conversaciones durante 30 días para controlar el abuso, pero luego se eliminarán de forma permanente. Esta nueva configuración tampoco afecta la información que ChatGPT había recopilado previamente.
Como suele suceder con las demás herramientas tecnológicas, los especialistas recomiendan tener preocupación a la hora de compartir información personal en las conversaciones, por ello, se aconseja no suministrar datos sensibles o que puedan comprometer la privacidad y seguridad.