La carrera espacial sigue su rumbo y la Nasa parece estar concentrada en la próxima misión Artemis, con la que buscará llevar, por segunda vez en la historia, una tripulación a la Luna.
Esta será la misión con la que se busca comenzar a labrar el camino para establecer una base lunar que permita ser el puente de lanzamiento para otras misiones, con las que se busca llegar por primera veza Marte, la cual está prevista para 2030.
Aunque la Nasa ya sabe cómo aterrizar los famosos rovers en el planeta rojo, el desafío ahora es poder permitir que las tripulaciones humanas estén a salvo y que se dé el lanzamiento de los viajes de regreso a la Tierra, algo en lo que no se puede escapar ningún detalle, pues un error podría significar el no retorno al planeta.
Para comenzar a familiarizarse con las condiciones que experimentarán los tripulantes de las misiones que planean ir a Marte, la Nasa planea internar a cuatro voluntarios en un ambiente simulado que recree las duras realidades a las que se verán sometidos durante su estadía lejos del planeta.
El espacio estará instalado en el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas, y allí estarán internados durante un año a partir de este verano. El hábitat fue bautizado Chapea (Crew Health and Performance Exploration Analog) y tendrá una extensión de 1.700 pies cuadrados, nueve habitaciones, un baño, aseo y espacios comunes.
La construcción se realizó con impresoras 3D, con el fin de saber si se pueden utilizar estos sistemas de construcción en el planeta rojo. Los voluntarios son ingenieros, pero no son astronautas entrenados; sin embargo, tendrán que trabajar en equipo y cumplir varios desafíos para poner a pruebas sus destrezas.
Entre los trabajos que efectuarán bajo las duras condiciones marcianas, está la de sembrar plantas, hacer investigaciones científicas, practicar algunas caminatas y operar algunas máquinas y robots durante los 12 meses que estarán inmersos en este hábitat.
Este entrenamiento también contempla un aislamiento total, la posibilidad de no acceder a recursos y otra serie de pruebas que servirán a la Nasa para medir la resistencia y el estado mental y físico de los elegidos.
Para garantizar que la experiencia sea lo más realista posible, los voluntarios también se verán obligados a lidiar con demandas ambientales como el aislamiento, las limitaciones de recursos y la falla del equipo, dijo la NASA. De hecho, el monitoreo del estado físico y mental de cada persona es una parte importante del ejercicio.
“Vamos a ser muy limitados, más limitados que en la Estación Espacial Internacional, significativamente”, señaló la investigadora principal de la NASA, la doctora Grace Douglas.
Sobre la posibilidad para abandonar la misión ante posibles crisis, la Nasa señaló que lo podrán hacer sin ningún problema y que de inmediato esta persona será reemplazada con algunos voluntarios de reserva que ya se encuentran advertidos; sin embargo, dejaron claro que esta situación será totalmente diferente en caso de llegar al planeta rojo, pues allí serán otras las situaciones que impidan el abandono, como el estar lejos de la Tierra.
Se espera entonces que las diferentes misiones que planean desde varias agencias espaciales, incluidas la china, la rusa y la Nasa, sigan su entrenamiento, pues según las proyecciones, los próximos años serán bastante movidos en materia espacial, ya que se tienen previstos viajes turísticos a la Luna, misiones para orbitar este satélite, el regreso de los humanos allí, y las primeras misiones exploratorias a Marte, algo que hace unos años era tan solo un sueño.
Mientras tanto, los voluntarios tendrán que sobrepasar estas duras simulaciones para poder comenzar a planear su viaje al famoso planeta rojo.