Durante la infancia, las personas suelen adquirir hábitos y costumbres que pueden ser pieza clave en el futuro. Este fue el caso de Bill Gates, cofundador de Microsoft, conocido por su visión futurista y su impacto en la industria tecnológica, quien reveló tener una característica que lo distingue desde pequeño y que lo llevó a conseguir la riqueza y el dinero.
Se trata de la lectura. Desde joven, Gates mostró una fascinación por los libros y el conocimiento, ‘devorando’ textos y, al mismo tiempo, tenía una curiosidad por entender cómo funcionaban las cosas. Esto, sin duda, lo llevó a adquirir una amplia gama de conocimientos, algo que pocos niños de su generación logran hacer con el mismo fervor.
Este hábito de lectura no solo fue fundamental para su desarrollo intelectual, sino que también fomentó en Gates una mentalidad analítica, algo que sería clave para el futuro que lo esperaba en la tecnología. Sin embargo, pese a que esta habilidad adquirida le permitió ser millonario, el cofundador de Microsoft señala en su blog que si volviera a nacer, lo pensaría dos veces, debido a la gran influencia que ha tenido los avances tecnológicos en la humanidad.
Gates señala que por culpa de dispositivos móviles y las redes sociales, las personas no logran mantener una concentración y se distraen constantemente por las notificaciones que recibe el aparato y los estímulos que pueden generar en los usuarios. Además, el estilo de vida acelerado promueve el consumo de información superficial en lugar de conocimientos profundos.
Aunque este hábito de lectura le sirvió a Gates, que solía perderse “en libros o ideas, a menudo durante horas sin interrupción” y le permitió desarrollar una mentalidad única que lo impulsó a crear Microsoft, hoy en día las nuevas generaciones enfrentan un reto considerable: vivir en un mundo hiperconectado y digitalizado, donde la distracción es constante y las pantallas se han convertido en la principal fuente de entretenimiento y aprendizaje.
Ahora es mucho más común ver a un niño inmerso en su teléfono móvil o videojuego que sentado leyendo un libro, lo que plantea una gran diferencia con la infancia de Gates y pone en evidencia cómo la tecnología ha transformado las prioridades de los más jóvenes.
El libro La concentración ininterrumpida de Jonathan Haidt hizo que Gates llegara a la siguiente reflexión: este texto invita a pensar en cómo los teléfonos móviles, aunque útiles, han contribuido a que hábitos como la lectura, que no solo entretienen, sino que también educan e invitan a la reflexión, estén en peligro de extinción.
La capacidad de sentarse a leer por largos periodos de tiempo se está convirtiendo en un desafío para los niños de hoy, quienes están cada vez más inclinados a elegir el acceso rápido y constante a las redes sociales y otras aplicaciones en lugar de sumergirse en una obra literaria. Sin embargo, no hay que colocar toda la responsabilidad sobre las nuevas generaciones, ya que muchos padres y adultos, son los primeros en tomar el móvil a la menor distracción, mostrando que la tecnología afecta a todos y que, si la persona no es consciente, los hijos podrían seguir el mismo camino.