Este martes, 22 de agosto, las autoridades de Estados Unidos han señalado que están dispuestos a asumir la formación de los pilotos ucranianos en el manejo de los aviones de combate F-16 solo si los programas europeos no son capaces de asumir toda la demanda que llegue desde Kiev.
Así lo ha adelantado la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, en una rueda de prensa en Washington, en la que ha explicado que la “condición” de Estados Unidos para participar están en que los programas de formación europeos estén “completos”.
“Estamos abiertos a formar pilotos si los programas de formación en Europa están completos, esa es la condición. Dinamarca y Países Bajos están liderando el entrenamiento, por lo que si no tienen la oportunidad de entrenar a tantos pilotos como Ucrania quiere enviar, les ayudaremos”, indicó Singh.
Sin embargo, Singh ha señalado que Ucrania debe todavía determinar el número exacto de pilotos que recibirán esta formación, la cual debe venir precedida de un “buen” manejo del inglés, lo que “llevará tiempo también”.
Los cazas deseados
El F-16 del estadounidense Lockheed Martin era el modelo que Ucrania reclamaba desde hace meses y que los occidentales eran reticentes a entregar. “Su radar y sus sistemas de armas pueden estar a la altura del Sukhoi-35 y de otros aparatos” rusos, dice a la AFP Gareth Jennings, experto militar para la firma privada de inteligencia británica Janes.
Armados con sistemas occidentales modernos, estos aviones de combate “no solamente reconstituirán un inventario terriblemente empobrecido”, sino que también ayudarán a Kiev “a reducir la brecha de capacidad con los aparatos de las fuerzas rusas más avanzados”.
Un portavoz de la aviación ucraniana, Yuriy Ignat, dijo el lunes que necesitaban 128 aviones de combate para reemplazar su anticuada flota, además de aparatos de formación y de transporte.
Estos cazas permitirán “responder a los distintos desafíos y golpear distintos objetivos, en particular aviones, objetivos terrestres y objetivos en las líneas profundas del enemigo”, dijo en una entrevista a Radio Liberty Ukraine.
Un peso militar limitado
Los expertos consultados por la AFP opinan que estos cazas no permitirán a Ucrania controlar el espacio aéreo que, de hecho, no ha dominado ningún bando desde el inicio de la guerra.
En marzo, el servicio de investigación del Congreso estadounidense indicó que los aviones de combate “aún no habían desempeñado un papel decisivo en el conflicto y no deberían hacerlo teniendo en cuenta las capacidades ucranianas y rusas”.
Según él, “los dos campos han usado sistemas de defensa aérea avanzados que han limitado los efectos” de la aviación en el combate. El objetivo de una y otra parte es más negar el acceso -impedir que el enemigo utilice el cielo- que lograr un dominio que sería tan costoso como incierto.
Ninguna de las dos fuerzas “es capaz de obtener la supremacía aérea sin exponer una larga proporción de sus flotas, en el caso de Ucrania quizás por completo”, agrega Ivan Klyszcz.
Una victoria política
Queda por último la cuestión del impacto político de esta donación. “Lo veo sobre todo como una señal política. Es una etapa más en el reforzamiento de la ayuda militar occidental”, afirma el almirante Pascal Ausseur, director general de la Fundación francesa de Estudios Estratégicos para el Mediterráneo (FMES).
“Si los occidentales se negaban, hubiera dado la impresión de que europeos y estadounidenses disminuían su apoyo. En cuanto a la relación de fuerzas diplomática que se disputa en todo el mundo, y para el terreno, es muy importante”, agrega.
Durante su gira por el norte de Europa de este fin de semana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recibió la confirmación oficial de sus socios daneses y neerlandeses de que cederían decenas de sus F-16, los ansiados cazas que desde Kiev están convencidos de que pueden cambiar definitivamente el sino de la guerra a su favor.
La entrega de estos cazas de fabricación estadounidense, se estima que los primeros llegarán a los hangares ucranianos para primeros de 2024, viene acompañada de la formación de los pilotos ucranianos en Dinamarca y Países Bajos.
*Con información de Europa Press y AFP.