Con el ‘boom’ de la inteligencia artificial, muchas empresas han optado por “reducir costos” aprovechando los beneficios de esta. Cabe destacar que los grandes centros de datos, la escasez de chips, el entrenamiento y desarrollo de los modelos de lenguaje con inteligencia artificial tienen un alto costo.

En ese orden, operar estos prototipos de chatbots actuales, como ChatGPT y Google Bard, es bastante costoso, lo cual está afectando su calidad y amenazando el auge global de la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial causa temor en el mundo. | Foto: Getty Images

Los altos precios y la disponibilidad limitada de los chips necesarios están restringiendo el acceso de las empresas, además, generando una presión en las compañías más pudientes para convertir los chatbots en generadores de ingresos más rápido de lo esperado.

¿Qué dicen los expertos?

Las personas especializadas aseguran que los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT no son los mejores disponibles, adicionalmente, señalan que presentan debilidades como resultados sesgados o falsedades debido a las limitaciones impuestas por los costos.

“Nos hemos pasado los últimos cuatro años intentando fabricar los modelos más grandes que podíamos”, indicó Tom Goldstein, profesor de informática de la Universidad de Maryland.

Sin embargo, eso sucedió cuando el objetivo era publicar artículos de investigación, no lanzar chatbots de IA al público.

También, Goldstein añadió: “ahora, solo en los últimos meses, se ha producido un giro completo en la comunidad, y de repente todo el mundo intenta construir el modelo más pequeño que pueda para controlar los costes”.

Chatbot Chat with AI, Artificial Intelligence. man using technology smart robot AI, artificial intelligence by enter command prompt for generates something, Futuristic technology transformation. | Foto: Getty Images

Dicho lo anterior, el costo requerido por la IA es el motivo por el cual OpenAI ha excluido su nuevo y poderoso modelo de lenguaje, GPT-4, de la versión gratuita de ChatGPT. Tanto así que los usuarios que pagan 20 dólares al mes por GPT-4, solo pueden enviar 25 mensajes cada tres horas debido a los altos costos de ejecución.

Caídas de los chatbots

Por su parte, Bard, de Google, falló con datos básicos en su demostración de lanzamiento, razón que llevó a la empresa a una pérdida de 100.000 millones de dólares en el valor de las acciones.

Por el lado de Bing Chat, también se descarriló muy pronto y llevó a Microsoft a reducir tanto su personalidad como el número de preguntas que los usuarios podían hacerle en una conversación.

Tras la preocupante situación, este tema ha escalado hasta el gobierno de Biden, allí han señalado los costos computacionales de la IA generativa como una preocupación nacional, asimismo, advirtieron sobre las crecientes demandas y los impactos medioambientales asociados.

Por ahora, la Casa Blanca ha instado a diseñar sistemas más sostenibles.

ChatGPT llega a los smartphones, así lo puede usar y sin pagar un peso

Al trasladarse a los smartphones, OpenAI sigue abriéndose al mercado de las búsquedas, dominado masivamente por Google, presionada por el alza de la Inteligencia Artificial (IA) generativa.

Gratuita, la aplicación permitirá a los usuarios “obtener información precisa sin tener que buscar entre anuncios publicitarios y múltiples resultados”, dijo OpenAI en su sitio, en una sutil indirecta al motor de búsqueda de Google.

La aplicación también ofrece “orientación sobre cocina, planes de viaje o en la elaboración de mensajes reflexivos”.

GPT-4 nutre a ChatGPT. | Foto: Semana

OpenAI indicó que se estrenó en Estados Unidos, pero se expandirá a nuevos países en las siguientes semanas. ChatGPT estará disponible en Android “pronto”, agregó.

ChatGPT ya está disponible en smartphones a través de la aplicación de búsqueda Bing de Microsoft, que utiliza tecnología de OpenAI.

La App Store también está repleta de aplicaciones que aprovechan la ola de entusiasmo en torno a la IA. Meta, propietaria de Facebook, advirtió el mes pasado de la existencia de un software malicioso que se hace pasar por ChatGPT o herramientas de IA similares.