Hace un par de semanas el Sol emitió una llamarada de tipo X, catalogada como las más poderosas que el ‘astro rey’ puede generar, lo cual produjo una especie de “tsunami solar” y por ello la Tierra fue golpeada por una onda de choque.
Según un acuerdo publicado por Live Science que incorpora información recolectada por SpaceWeather.com, portal especializado en monitorear fenómenos que se producen en la atmosfera y estratosfera de nuestro planeta, la onda de radiación se originó de una mancha solar llamada ‘AR3229′.
Una vez que se detectó la posibilidad de que la Tierra fuera embestida por una llamarada de tipo X, varios expertos comenzaron a monitorear las potenciales amenazas que podría generar, debido a que era un fenómeno de grandes dimensiones.
A medida que se hizo el seguimiento también se detectó que la llamarada generó una onda de choque denominada como “tsunami solar”, la cual se propagó rápidamente por la superficie solar, pues esta onda de plasma caliente se movió por el ‘astro rey’ a velocidad de hasta 901.000 kilómetros por hora.
Mientras la onda de energía recorría la superficie solar, también se produjo un estallido de radiación en frecuencias de onda ultravioleta y rayos X, que logró impactar a la Tierra poco después de la emisión de la llamarada.
Dicha radiación ionizó la atmósfera superior del planeta y por ello se registraron apagones en algunas señales de radio que son emitidas en diferentes zonas del planeta, especialmente en el continente americano.
Sin embargo, la situación más inquietante en torno al fenómeno es que algunas personas lograron captar unos extraños sonidos que parecieran evidenciar una extraña fuerza que mueve en espacio exterior.
¿Sonidos espaciales espeluznantes?
Uno de los audios que ahora circulan en foros y páginas especializadas en astronomía fue grabado por un radioastrónomo aficionado que se encontraba ubicado en Nuevo México, quien alcanzó a capturar un siniestro sonido que sería causado por el estallido de radio solar cuando impactó contra la Tierra.
A continuación el audio captado y que algunos expertos han catalogado como los sonidos de la ‘furia del Sol’
Hace poco los astrofísicos han definido que las ráfagas de radio solar están divididas en cinco categorías, en donde las de tipo I son las más débiles y las de Tipo V cuentan con mayor potencia.
Según expertos, la emisión de radiación que recientemente golpeó la tierra está en el Tipo II, por ello no produjo grandes afectaciones en los sistemas de comunicaciones que se utilizan en todo el globo.
Aparece un vórtice ‘monstruoso’ en la superficie del Sol, estos son los efectos que tendrá en la Tierra
Recientemente, un equipo de científicos detectó en el Sol la aparición de un extraño filamento de plasma solar de gran tamaño, que está desprendiéndose de la superficie del astro rey mientras da vueltas alrededor de su polo norte como si fuese un poderoso tornado.
Esta situación ha desconcertado a la comunidad científica, pues se trata de un fenómeno que nunca se había visto antes y por ello se desconocen las causas que lo han producido. De acuerdo con el reporte de los científicos, se ha captado una protuberancia que se desprendió del filamento principal y este ahora se encuentra girando en un gran vórtice alrededor del polo norte del Sol.
A través de su cuenta de Twitter, Tamitha Skov, meteoróloga espacial, compartió una animación en video que está basada en las imágenes captadas por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la Nasa. En su tuit indicó que el vórtice polar representa una anomalía que podría contribuir a comprender la dinámica atmosférica del Sol “por encima de los 55° de latitud aquí no pueden exagerarse”.
En la animación que compartió Skov se puede observar como un hilo de plasma, material del que están compuestas las estrellas, surge del polo norte del Sol.
A su turno, Scott McIntosh, subdirector del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, explicó en el portal Space.com que, a pesar de que la aparición del vórtice sea un fenómeno que no se había visto antes, se debe tener en cuenta que en el Sol existe un periodo de 11 años en donde hay un flujo y reflujo de energía y esto genera erupciones o manchas solares.
Por lo tanto, Skov considera que la aparición del extraño fenómeno en los 55º de latitud alrededor de las coronas polares del Sol sería parte de los eventos que se generan cada 11 años.
“Una vez en cada ciclo solar este ‘seto de plasma’ se forma en la latitud de 55 grados y comienza a marchar hacia los polos solares. Pero, por qué solo se mueve hacia el polo una vez y luego desaparece y luego regresa, por arte de magia, tres o cuatro años más tarde exactamente en la misma región”, declaró McIntosh para el portal en mención.
Sin embargo, otros científicos han afirmado que dicha situación tendría una estrecha relación con inversión del campo magnético solar, lo cual ocurriría en cierto periodo de tiempo, pero aún ignoran qué impulsa ese cambio.
Por otra parte, expertos recordaron que la atmósfera solar está en un cambio constante y por ello es previsible que se formen vórtices sobre la superficie de la estrella y esta situación genera el fenómeno conocido como “desprendimiento solar”. Evento que en ciertos casos afecta a los planetas de nuestro sistema solar y por ello ocasionalmente la Tierra eventualmente recibe golpes de energía que son repelidos por el campo magnético del planeta.
¿La humanidad corre peligro ante los desprendimientos solares?
Según la ciencia moderna, ninguna forma de vida que habita en la Tierra podría sobrevivir al contacto con ese tipo de energía; no obstante, el planeta cuenta con un sistema de protección gracias a su campo magnético. Esta barrera natural logra desviar dichas partículas de energía solar y esto ha permitido que la vida pueda desarrollarse sin problemas.
Así las cosas, mientras exista un campo magnético que cubra el planeta, la humanidad y las demás especies que habitan nuestro mundo podrán descansar tranquilas. A pesar de que Sol continúe emitiendo potentes ráfagas de energía con sus desprendimientos solares y tormentas geomagnéticas, aún no existe la posibilidad de que esos fenómenos puedan afectar de manera a los habitantes de la Tierra.