Los niveles de CO2 medidos en el observatorio de referencia global de la NOAA, en Hawái, han alcanzado un máximo de 424 partes por millón en mayo, adentrándose en niveles inéditos en millones de años.
Estas mediciones de dióxido de carbono en la atmósfera, obtenidas por el Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA, corresponden al mes del año en que alcanza su punto máximo en el hemisferio norte. Eso es un aumento de 3,0 ppm con respecto a mayo de 2022 y representa el cuarto aumento anual más grande en el pico de la curva de Keeling, en el registro de la NOAA.
Los científicos de la Institución Oceanográfica Scripps, que mantiene un registro independiente, calcularon un promedio mensual de mayo de 423,78 ppm, también un aumento de 3,0 ppm, sobre el promedio de mayo de 2022.
Los niveles de dióxido de carbono son, ahora, más de un 50 % más altos que antes del inicio de la era industrial.
Es importante precisar que hace un par de años Bill Gates, cofundador de Microsoft y filántropo dedicado a la lucha contra el cambio climático, advirtió que la humanidad tiene hasta el 2050 para eliminar los 51.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero que anualmente produce, o de otro modo, se producirá una catástrofe climática que sería inevitable de detener.
Gates explicó que, de no alcanzar esa meta, una amplia porción de los territorios que están en el hemisferio norte y sur del planeta Tierra pasarían a ser inhabitables, debido a que se producirían temperaturas tan altas que harían imposible cultivar alimentos o realizar actividades como la ganadería. Agregado a ello, es posible que la radiación solar golpee con más fuerza en esas zonas, lo cual elevaría el riesgo de padecer cáncer para quienes habiten dichos lugares.
A raíz de esa situación, la humanidad entraría en un proceso migratorio de enormes proporciones y eso causaría que los territorios ubicados en la línea del ecuador, también se harían inhabitables a causa de la gran concentración de pobladores que se produciría en esa zona.
Por lo tanto, la especie humana podría estar en peligro de extinción ante la falta de alimentos y espacio en dónde vivir.
De otra parte, Rick Spinrad, administrador de la Noaa, ha asegurado que “cada año vemos aumentar los niveles de dióxido de carbono en nuestra atmósfera, como resultado directo de la actividad humana”.
“Cada año, vemos los impactos del cambio climático en las olas de calor, las sequías, las inundaciones, los incendios forestales y las tormentas que ocurren a nuestro alrededor. Si bien tendremos que adaptarnos a los impactos climáticos que no podemos evitar, debemos hacer todo lo posible para reducir la contaminación por carbono, salvaguardar este planeta y la vida, que llamamos hogar”, agregó Spinrad.
La contaminación por dióxido de carbono se genera por la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de electricidad, por la fabricación de cemento, la deforestación, la agricultura y muchas otras prácticas. Al igual que otros gases de efecto invernadero, el CO2 atrapa el calor que irradia la superficie del planeta que, de otro modo, escaparía al espacio, amplificando los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e incendios forestales, así como precipitaciones e inundaciones.
El aumento de los niveles de CO2 también representa una amenaza para los océanos del mundo, que absorben tanto el gas CO2 como el exceso de calor de la atmósfera. Los impactos incluyen el aumento de las temperaturas de la superficie y el subsuelo de los océanos y la alteración de los ecosistemas marinos, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos, lo que cambia la química del agua del mar, y esto lleva a una disminución del oxígeno disuelto e interfiere con el crecimiento de algunos organismos marinos.
Este año, las mediciones de la Noaa se obtuvieron de un sitio de muestreo temporal en la cima del volcán Mauna Kea, que se estableció después de que los flujos de lava cortaran el acceso al observatorio de Mauna Loa, en noviembre de 2022. Las mediciones de mayo de Scripps se tomaron en Mauna Loa, después de que el personal de la Noaa realimentó un instrumento Scripps con un sistema solar y de batería, en marzo.
Los datos de Mauna Loa, junto con las mediciones de las estaciones de muestreo en todo el mundo, son incorporados por el Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA a la Red de Referencia de Gases de Efecto Invernadero Global, un conjunto de datos de investigación fundamental para científicos climáticos internacionales y un punto de referencia para los formuladores de políticas que intentan abordar las causas y los impactos del cambio climático.
Ampliamente considerado el principal lugar de muestreo mundial para monitorear el CO2 atmosférico, las operaciones del observatorio Scripps y de la Noaa, se suspendieron abruptamente el 29 de noviembre de 2022, cuando los flujos de lava de la erupción del volcán Mauna Loa enterraron más de una milla de la carretera de acceso y destruyeron las líneas de transmisión que suministran energía al campus del observatorio.
Después de una interrupción de diez días, la Noaa reinició las observaciones de gases de efecto invernadero el 8 de diciembre desde una instalación temporal de instrumentos, en la cubierta del observatorio de la Universidad de Hawái, ubicado cerca de la cima del volcán Mauna Kea. Scripps inició el muestreo de aire en Mauna Kea el 14 de diciembre de 2022 y reanudó el muestreo en Mauna Loa el 9 de marzo, manteniendo sus observaciones en Mauna Kea.
Scripps obtuvo muestras diarias continuas, tanto de Mauna Loa como de Mauna Kea, durante mayo, el mes en que los niveles de CO2 en el hemisferio norte alcanzan sus niveles máximos del año. Scripps registró una lectura de CO2 de mayo de Mauna Kea de 423,83 ppm, que está muy cerca de la lectura de 423,78 ppm del observatorio de Mauna Loa.
El observatorio de Mauna Loa está situado a una altura de 3.395 metros sobre el nivel del mar, mientras que el lugar de muestreo de Mauna Kea está un poco más alto, a una altura de 4.145 metros. Los científicos pueden tomar muestras del aire sin que la influencia de la contaminación local o la vegetación lo perturben, y producir mediciones que representan el estado promedio de la atmósfera en el hemisferio norte, desde ambos lugares.
ChatGPT imagina cómo sería el fin del mundo si ocurriera en 2023
De acuerdo con la inteligencia artificial de ChatGPT, el fin del mundo se produciría a causa de una catástrofe natural causada por una serie de erupciones volcánicas masivas y continuas que liberan grandes cantidades de ceniza y gases en la atmósfera.
Dicho fenómeno provocaría una reducción significativa de la luz solar que llega a la Tierra y esa situación causaría una disminución en la temperatura global, lo que a su vez tendría efectos negativos en la producción de alimentos, la salud humana y la estabilidad económica global.
No obstante, la IA desarrollada por Open AI también consideró viable que la existencia humana sea erradicada del planeta como consecuencia de una eventual guerra con armamento nuclear.
Según esa inteligencia artificial, las explosiones de las bombas nucleares producirían potentes ondas de choque, calor y radiación altamente letales que causarían daños masivos y extensos.
Estos son los efectos más probables que ocasionaría una guerra nuclear, según la IA:
- Pérdida de vidas humanas: la explosión de una bomba nuclear puede causar la muerte instantánea de miles de personas y lesionar gravemente a otras miles. Los efectos de la radiación también pueden ser letales a largo plazo, lo que aumentaría significativamente el número total de muertes.
- Destrucción de la infraestructura: la explosión de una bomba nuclear también puede causar la destrucción de edificios, carreteras, puentes, sistemas de energía, agua y comunicaciones, lo que dificultaría la recuperación y la ayuda humanitaria.
- Cambio climático: las explosiones nucleares producirían grandes cantidades de polvo y ceniza que se elevarían a la atmósfera y bloquearían la luz solar. Esto provocaría un enfriamiento global significativo que podría durar varios años, lo que tendría efectos negativos en la agricultura, la salud y el clima en general.
- Contaminación radiactiva: las explosiones nucleares también liberarían radiación que puede persistir durante décadas o siglos y contaminar vastas áreas, lo que provocaría efectos en la salud humana y la vida silvestre.
Cabe recordar que hace un par de meses un cibernauta reveló el pronóstico sobre el fin del mundo que brindó la inteligencia artificial de Midjourney, la IA especializada en generar ilustraciones altamente realistas con base a las descripciones textuales de sus usuarios ofreció una representación gráfica de la detonación de una explosión de una bomba atómica.
No obstante, un eventual apocalipsis atómico no fue el único escenario que pronosticó Midjourney al intentar establecer cómo se daría el fin del mundo. Esta IA también ha manifestado que el fin de la humanidad se podría generar a causa de un desastre climático que podría generar drásticos cambios de temperatura en algunas zonas del mundo.
Esta situación causaría que gran parte de la especie humana pereciera a causa de las enfermedades que serían generadas por la potencia de los rayos solares, agregado a ello los recursos naturales en una gran porción de la Tierra se perderían y esa situación provocaría una escasez de alimentos y otros productos necesarios para la supervivencia.
Sin embargo, esta predicción también podría estar asociada a un posible desastre natural que podría ser generado a causa del calentamiento global, pero esa sería una posibilidad que no podría presentarse en 2023. Esto debido a que los pronósticos de expertos como Bill Gates, apuntan a que una crisis climática de grandes proporciones se podría generar en 2025.
De igual manera, la IA de Midjourney estableció otro escenario en el cual la Tierra podría desaparecer a causa de una tormenta solar que acabaría con toda la vida que hay en el planeta.
Pese a que las predicciones anteriormente reseñadas fueron generadas por una inteligencia artificial, algunos científicos han comenzado a abrir un debate sobre la influencia que están cobrando las IA y el eventual peligro que estas representan para el futuro de la raza humana.
*Con información de Europa Press.