Seguramente en algún momento de la vida de gran parte de las personas, se han presentado electrodomésticos que dejaron de funcionar y no saben si solicitar un servicio de mantenimiento o descartarlo completamente.
En ese sentido, expertos revelaron cinco señales para identificar cuando un electrodoméstico está llegando al final de su vida útil y cómo descartarlos de forma responsable.
1. Edad del electrodoméstico: A medida que una nevera, lavadora o estufa envejece, su eficiencia energética disminuye y la probabilidad de fallas aumenta. Los refrigeradores, en general, tienen una vida útil promedio de 10 a 15 años. Las lavadoras y secadoras suelen durar entre 8 y 12 años, mientras que las estufas tienen una vida útil de aproximadamente 7 a 10 años. Si su electrodoméstico ha superado estos años, es probable que esté llegando al final de su vida útil y deba considerar opciones para reemplazarlo.
2. Aumento en los costos de energía: Es crucial revisar las facturas de servicios públicos. Si observa un aumento significativo en los costos energéticos sin cambios en los patrones de consumo, esto podría indicar que sus electrodomésticos no están funcionando eficientemente. Los modelos más antiguos suelen ser menos eficientes.
Por lo tanto, se recomienda considerar reemplazar estos electrodomésticos por otros que cuenten con certificaciones y acreditaciones del Ministerio de Minas y Energía. Es importante buscar la Etiqueta de Energía Amarilla de tipo A, que garantiza una mayor eficiencia energética.
3. Problemas de seguridad: Los electrodomésticos antiguos pueden presentar riesgos debido a cables desgastados, fugas de gas o fallos en los sistemas de seguridad. Es vital reemplazar los electrodomésticos ante cualquier indicio de un problema de seguridad para prevenir posibles accidentes.
4. Incompatibilidad con nuevas tecnologías: La rápida evolución tecnológica hace que los electrodomésticos más antiguos puedan quedar obsoletos en cuanto a características modernas que mejoran la eficiencia y la comodidad. Hoy en día, algunas neveras están equipadas con funciones de ahorro ecológico, modo vacaciones y alarmas que optimizan la gestión energética.
De igual manera, las lavadoras ahora incluyen tecnologías de alta eficiencia que disminuyen el consumo de agua y energía en cada ciclo de lavado. Las estufas también han avanzado, incorporando tecnologías que permiten un ahorro significativo de tiempo mediante procesos de cocción uniforme, lo que además reduce el consumo de gas.
5. Reparaciones constantes: Si las reparaciones se vuelven frecuentes, puede ser más rentable y menos frustrante invertir en un electrodoméstico nuevo, especialmente si produce ruidos extraños o vibraciones excesivas. Estos sonidos pueden indicar desgaste en los componentes internos, lo que podría llevar a una falla completa del electrodoméstico. En lugar de esperar a que esto ocurra, se recomienda considerar reemplazar el electrodoméstico antes de que se deteriore por completo.