Con el rápido avance de la tecnología, los ciberdelincuentes han desarrollado diversas estrategias para acechar a los usuarios y llevarlos a caer en trampas mortales. Su objetivo es obtener datos personales y financieros para cometer una amplia gama de delitos informáticos.
A lo largo de los años, esto ha generado un creciente temor y preocupación por el riesgo que representa para la seguridad digital de las personas. Los piratas informáticos tienen facilidad para acceder a contraseñas, datos bancarios, contactos y más, especialmente mediante técnicas de ingeniería social como phishing, malware y spam. Estas prácticas se pueden llevar a cabo a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería, correos electrónicos y servicios en línea.
Por este motivo, los expertos en ciberseguridad enfatizan la importancia de que las personas sean precavidas en su navegación por internet, ya que cometer ciertos errores puede resultar costoso. Existen acciones cotidianas en las que los internautas caen frecuentemente y que, sin darse cuenta, pueden abrir la puerta para que los criminales lleven a cabo sus actividades maliciosas.
Una de estas acciones tiene que ver con conectarse a computadoras públicas, un hábito muy común entre las personas que frecuentan bibliotecas, cafés, espacios de coworking y hoteles. Aunque estas computadoras pueden ser una salvación para aquellos que necesitan conexión en el momento, carecen de protección adecuada y pueden exponer rápidamente información confidencial. Cuando un usuario se conecta a un PC público, existe el riesgo de que se instale malware.
El malware está diseñado con propósitos maliciosos, dado que su función principal es robar información personal almacenada en el dispositivo o en cuentas personales, como contraseñas, números de tarjetas de crédito, correos electrónicos y archivos. Esta información puede ser utilizada para cometer estafas u otros tipos de fraudes financieros. Además, algún malware también tienen el objetivo de dañar o alterar archivos en el sistema operativo o en otros programas instalados.
Para evitar ser víctima de cibercriminales, es recomendable evitar conectarse a computadoras públicas, a menos que sea estrictamente necesario por una emergencia. En ese caso, se sugiere utilizar una memoria USB para transferir archivos. Sin embargo, es importante asegurarse de que los archivos estén protegidos y, después de usar la memoria USB en un dispositivo público, formatearla para prevenir cualquier daño al conectarla posteriormente en otros dispositivos.
En la misma línea, es crucial evitar el corte y pegado de documentos en lugar de copiarlos, lo cual se conoce como reubicación incorrecta de archivos. Asimismo, es importante no interrumpir las transferencias de datos, ya que esto puede provocar pérdida de información. Es recomendable utilizar siempre la opción de copiar para mover archivos y asegurarse de que la transferencia se complete antes de eliminar los originales.