El ahorro siempre será una meta común en todos los hogares del mundo y una de las áreas donde más impacto puede tener es, precisamente, los servicios públicos. En vista de que algunos recibos se cobran en función del consumo, el derroche deriva en cobros más voluminosos.
No obstante, el gasto energético elevado no depende exclusivamente de la intensidad con que se utilizan los aparatos eléctricos dentro del hogar. Si bien guardan una relación, existen otros elementos a tener cuenta durante el análisis.
En ese sentido, la primera estrategia para ahorrar energía dentro del hogar consiste en reducir el uso de artefactos eléctricos. Por ejemplo, ver menos televisión, usar con menor frecuencia el horno y mantener los bombillos apagados. Sin embargo, existen otros métodos que ayudarán a gastar menos y son los siguientes:
1. Aprovechar la luz natural: Ante la orientación adecuada de ventanas, y el uso de colores claros en las paredes, techos y demás alrededores, se obtendrá una buena luz en el hogar.
2. No conectar varios aparatos en un mismo enchufe: Conectar una buena cantidad de dispositivos en una sola toma, puede generar una sobrecarga en la instalación eléctrica.
3. Disminuir el uso del aire acondicionado: Para evitar el uso del aire acondicionado, será necesario abrir las puertas y ventanas del hogar. Asimismo, es indispensable limpiar los filtros una vez por semana.
4. Bombillos ahorradores: Los focos ahorradores se caracterizan por iluminar de la misma forma que uno normal; sin embargo, tienen un ahorro del 75 %.
5. Desconectar todos los dispositivos: Algunos aparatos tecnológicos, así estén apagados, siguen consumiendo energía, razón por la cual, se recomienda desconectar el televisor, radio o computadores.
6. Revisar la instalación eléctrica: Las conexiones electrónicas pueden presentar fugas. Para comprobarlo es necesario apagar las luces y desconectar todos los aparatos; acto seguido, verificar que el medidor no siga girando.
Electrodomésticos que más aumentan el precio del recibo de la luz
Nevera o refrigerador
Este electrodoméstico requiere estar siempre conectado y por ello es uno de los equipos que más consume energía en un hogar. No obstante, los usuarios pueden regular su potencia para disminuir el gasto de electricidad que se genera.
Agregado a ello, es clave tener buenos hábitos con el equipo como verificar que las puertas siempre estén bien cerradas, pues esto evita que se genere un esfuerzo en la máquina y, por consiguiente, un incremento en el gasto energético.
De igual manera, es importante tener presente que una nevera vacía generalmente consume mucho más que una llena, esto se debe a que el equipo debe usar más energía para enfriar el aire. En ese orden de ideas, sería ideal mantener la nevera ocupada o considerar en tener un modelo más pequeño.
Lavadora
De acuerdo con expertos, este electrodoméstico representa el 12 % del consumo total en la factura de energía de un hogar, por ello es vital ejecutar los procesos de lavado de manera adecuada y así mitigar el gasto de energía.
Administrar mejor las cargas de ropa a lavar, procurar utilizar agua fría y elegir la modalidad de secado rápido son algunas opciones que podrían contribuir a reducir el consumo de energía.
Televisor
Gracias a que los televisores se han convertido en un dispositivo muy popular en los hogares, estos equipos también se han posicionado como uno de los electrodomésticos que más energía consumen. En especial si se tiene en cuenta que muchas familias cuentan con 3 o 4 SmartTV en su casa.
Además de mantener apagados los equipos cuando no están usándose, las personas pueden acudir a otras funciones que ayudan a reducir el gasto energético. Ejemplo de ello es el ‘modo ahorro’ que varios televisores inteligentes poseen o la opción que permite apagar la pantalla y dejar que solo se reproduzca el audio.
Computador
Los computadores de escritorio modernos siguen consumiendo energía pese a que están apagados, esto se debe a que estos equipos entran en un modo de suspensión que está diseñado para arrancar de manera más ágil sus sistemas cuando el usuario requiera emplear el dispositivo.
No obstante, dicha funcionalidad también representa un gasto de energía que a largo plazo puede tener un impacto en la factura de energía. Por ello, si el PC de escritorio no tiene un uso frecuente, se recomienda desconectarlo del tomacorriente para así eliminar el gasto de energía que genera el dispositivo.