Un fallo informático sin precedentes provocó el viernes incidencias de calado en todo el mundo, afectando a aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias, bancos, hospitales y empresas de telecomunicaciones.
La avería, que se debió a una actualización de un programa antivirus, impactó también en las “operaciones informáticas” de los Juegos Olímpicos de París, según informó el comité de organización del evento, a una semana de la ceremonia de apertura el 26 de julio. En una notificación publicada en su página web, la empresa estadounidense Microsoft indicó que los problemas empezaron el jueves a las 19H00 GMT y que afectaron a los usuarios de Azure, su plataforma en la nube, que controlan el software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon. El director general de CrowdStrike, George Kurtz, indicó que los clientes se vieron afectados “por un defecto encontrado en una actualización de contenido de los usuarios de Windows”.
“El problema fue identificado, aislado y se ha aplicado una corrección”, escribió en las redes sociales X y LinkedIn, descartando que se haya tratado de un ciberataque. Hacia las 14H15 GMT las acciones de CrowdStrike perdían 9,20% y las de Microsoft 0,24%. Para el experto en ciberseguridad Junade Ali este fallo “no tiene precedentes” y “sin duda pasará a la historia”. Y añadió: “Tiene un impacto directo en los computadores de los usuarios finales y su resolución puede requerir intervención manual, lo que representa un reto importante”.
La avería provocó perturbaciones en varios aeropuertos internacionales, cuyos sistemas de facturación y registro sufrieron problemas. En el aeropuerto madrileño de Barajas, afectado al igual que todos los demás de España, los viajeros tuvieron que armarse de paciencia. “Vamos a volar a Niza (...) Tenemos muchísimo miedo de que perdamos el vuelo, porque realmente no sé qué está pasando”, dijo a la Agencia AFP Blanca Arroyo, que acababa de llegar de Colombia.
En un mensaje publicado a inicios de la tarde, la entidad que gestiona todos los aeropuertos españoles Aena aseguró que “sus principales sistemas” fueron “restablecidos”. En el aeropuerto parisino de Roissy, un avión de Air France con destino a Berlín tuvo que regresar a su punto de partida tras 45 minutos de vuelo el viernes por la mañana, constató una periodista de AFP. “No logramos encontrar otro vuelo o un tren, no nos quedará más remedio que dormir en el aeropuerto”, declaró una pasajera, Anja Müller, una estudiante de 22 años que debía regresar a Alemania tras una semana de vacaciones en Francia.
SEMANA conoció la historia de un colombiano que se presentó al Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo Willy Brandt. Su intención era volar a la ciudad de Stuttgart. El vuelo sería de aproximadamente una hora. El procedimiento siguió los conductos regulares. Incluso, él se montó en el avión, se ubicó en su silla, el equipaje de mano quedó consigo y el de bodega ya estaba listo.
Pasó una hora dentro del avión, empezando a sentir claustrofobia. Y aunque sí había aire acondicionado dentro de la aeronave de la compañía Eurowings el calor del verano europeo se hizo sentir, además de la tensión. Una azafata le respondía en inglés a un ciudadano chino que, molesto, preguntaba qué sucedía. Ella atinaba a decir que no sabía y a pedir calma.
Al cabo de una hora y unos minutos dentro del avión, el piloto informó que existía un fallo electrónico y que por favor salieran de nuevo del avión. Mientras tanto, y tal vez para desconocimiento de muchas personas, su maleta de bodega ya rodaba en una sala, como si él hubiera llegado al lugar del cual, en realidad, estaba saliendo. En el punto de información del aeropuerto les solicitaban a las personas entrar a la aplicación de la aerolínea en busca de soluciones. En este caso, Eurowings ofreció otro vuelo, sin fijar cuándo, reembolso de dinero o ir en tren.
Decenas de personas se volcaron al metro subterráneo del imponente aeropuerto de Berlín. El objetivo era tomar el metro hasta una estación que conectara con el tren que, a su vez, llevara a Stuttgart. “No se entendía nada, muchos números en los metros. El personal del metro, incluso, se preguntaba con asombro por qué algunas personas consultaban en el metro por otra ciudad como destino final”, agregó el colombiano referido, con identidad reservada. “Como colombiano fui víctima en Berlín del fallo informático y se siente miedo, intentas ver las pantallas y es muy difícil de entender”.
Para colmo, los trenes también eran víctimas de dicho fallo y, por tanto, muchas personas optaron por las opciones de Eurowings y otras decidieron tomar un vehículo, una flota diríamos en Colombia, con destino a la ciudad final. El trayecto pasó de una hora en avión a siete horas por tierra. No tener internet o no dominar el idioma pudo ser la combinación fatal para miles de personas.
“Un limbo”
En el aeropuerto australiano de Sídney se formaron también largas filas frente a los mostradores y las pantallas de vuelos. “Estoy en un limbo”, comentó a la AFP Alexander Ropicano, un pasajero de 24 años de edad. No sé “cuánto tiempo tengo que esperar aquí”, dijo el joven, que esperaba embarcar para Brisbane para visitar a su novia. Las principales aerolíneas estadounidenses, entre ellas Delta, United y American Airlines, comenzaron a retomar sus actividades tras haber suspendido sus vuelos a primera hora debido a “problemas de comunicaciones”.
“Un software de terceros está afectando el funcionamiento de nuestros sistemas. Algunos vuelos podrán presentar demoras (...) favor dirigirse al aeropuerto por lo menos 4 horas antes de su salida”, señaló Copa Airlines en la red social X.
En Berlín, el tráfico aéreo se reanudó parcialmente después de las 08H00 GMT, según indicó a AFP un portavoz del aeropuerto, donde se formaron multitudes, con cientos de pasajeros esperando indicaciones en plena temporada de vacaciones. Problemas similares afectaron al aeródromo neerlandés de Ámsterdam-Schiphol y al de Hong Kong, indicaron los gestores aeroportuarios de estos países.
En Suiza, el aeropuerto de Zúrich, el primero del país, informó que los aviones podían aterrizar nuevamente, tras haberlos suspendido. En cambio, los aeropuertos de Pekín no se vieron afectados, indicó la televisión estatal china. Además de compañías aéreas y aeropuertos, el fallo informático afectó también a hospitales neerlandeses, a la Bolsa de Londres y al principal operador ferroviario británico.
Las emisiones de la cadena británica Sky News se vieron interrumpidas y en Australia, la cadena nacional ABC declaró que sus sistemas se habían visto afectados por un fallo “importante”. En Nueva Zelanda, los medios locales informaron de problemas en bancos y en los sistemas informáticos del Parlamento.
“Infraestructuras resistentes”
El carácter global del fallo hizo que algunos expertos destacaran el hecho de que gran parte del mundo dependa de un único proveedor para servicios tan diversos. “Tenemos que ser conscientes de que este tipo de software puede ser una causa común de fallo para múltiples sistemas al mismo tiempo”, afirmó el profesor de ingeniería de software John McDermid, de la Universidad británica de York. “Tenemos que diseñar infraestructuras resistentes a estos problemas”, añadió.
Compañías aéreas como la neerlandesa KLM y la irlandesa Ryanair sufrieron alteraciones en sus redes. Lo mismo sucedió con las tres aerolíneas indias IndiGo, SpiceJet y Akasa Air, cuyos sistemas de reserva se vieron afectados. La turca Turkish Airlines anunció que canceló 84 vuelos. Algunas compañías aéreas del aeropuerto internacional de Singapur reportaron también perturbaciones debido al fallo informático.
Con información de SEMANA y Agence France-Presse