Los faros de un automóvil son elementos esenciales para la seguridad en la carretera. No solo proporcionan visibilidad al conductor durante la noche o en condiciones climáticas adversas, sino que también hacen que el vehículo sea más visible para otros pilotos.
Sin embargo, la exposición constante a la intemperie y el desgaste natural causan que los faros se ensucien y se tornen opacos.
Para garantizar un viaje seguro y sin contratiempos por carretera, es fundamental mantener los faros limpios y en buen estado. Por ello, en este artículo se explicarán un par de métodos para limpiar las farolas del carro y así restaurar su brillo original.
¿Cómo limpiar adecuadamente los faros de un carro?
Antes de comenzar con el proceso de limpieza de los faros, es importante reunir todas las herramientas y materiales necesarios.
Es clave tener a la mano los siguientes elementos:
- Agua tibia y jabón suave: este será el limpiador principal para eliminar la suciedad y los residuos iniciales de los faros.
- Toallas o paños suaves: se utilizan para retirar la humedad y prevenir rayones.
- Cinta adhesiva: se emplea para proteger el área circundante a los faros y prevenir que los productos de limpieza entren en contacto con la pintura del automóvil.
- Papel de lija de grano 800 a 2000: este implemento es necesario si los faros están amarillentos o tienen manchas difíciles de quitar.
- Compuesto para pulir: ayuda a eliminar el desgaste superficial y devolver el brillo original.
- Sellador de faros: una vez que los faros estén limpios y pulidos, se debe aplicar un sellador para protegerlos de futuros daños causados por los rayos UV y la exposición a los elementos.
Limpieza y restauración
Inicialmente, se debe estacionar el automóvil en un lugar bien iluminado y asegurarse de que el motor está apagado. Luego, hay que abrir el capó del vehículo y desconectar la batería para evitar cualquier riesgo eléctrico.
También es importante asegurarse de que los faros estén fríos antes de comenzar la limpieza.
Posteriormente, se debe tomar la cinta adhesiva para cubrir las áreas circundantes de los faros, especialmente la pintura del automóvil, para así prevenir que residuos de los productos de limpieza toquen otras áreas.
Esta precaución es esencial para evitar dañar la pintura durante el proceso.
Limpieza inicial
Se sugiere tomar agua tibia con jabón suave en un recipiente y sumergir un paño suave en la solución. Luego, hay que limpiar los faros suavemente para eliminar la suciedad y los residuos superficiales.
Después se procede con un buen enjuague usando agua limpia, para luego secar el área con un paño limpio y seco.
Si los faros están amarillentos o tienen manchas persistentes, puede ser necesario lijarlos. Para ello se debe tomar el papel lija de grano 800 a 2000 y pasarlo por la zona realizando movimientos circulares hasta que la superficie esté uniforme y libre de imperfecciones.
Es clave mantener el papel de lija húmedo para evitar daños en la zona.
Proceso de pulido
Ahora habrá que aplicar el producto para pulir faros en un paño limpio y suave, luego se debe frotar sobre los faros ejecutando movimientos circulares. Este proceso se debe hacer continuamente hasta que los faros adquieran un brillo claro y uniforme.
Esto ayudará a eliminar el desgaste superficial y a restaurar la claridad de los faros.
Sellado de los faros
Cuando los faros estén limpios y brillantes, se debe aplicar un sellador, siguiendo las instrucciones del fabricante. Esto ayudará a proteger los faros de los daños causados por los rayos UV y la exposición a los elementos, asegurando que se mantengan claros y brillantes durante más tiempo.
Limpieza final y prueba
Para terminar el proceso se debe retirar con cuidado la cinta adhesiva que protegía las áreas circundantes de los faros. Luego, hay que limpiar cualquier residuo o producto de limpieza que haya quedado en la pintura del automóvil.
Para asegurarse de que los faros estén en perfecto estado, habrá que encenderlos y revisar la intensidad de las luces, para así verificar su funcionamiento y claridad.
Mantenimiento continuo
Es importante realizar un mantenimiento continuo para garantizar que los faros del carro no pierdan su claridad y rendimiento a lo largo del tiempo.
A continuación unos consejos útiles:
- Limpieza regular: limpiar los faros con agua y jabón suave cada vez que se lave el automóvil, para eliminar la suciedad y los residuos acumulados.
- Aplicación de sellador: aplicar el sellador de faros cada seis a 12 meses, o según las recomendaciones del fabricante, para mantener la protección contra los rayos UV.
- Inspección periódica: comprobar regularmente la condición de los faros para detectar signos de desgaste o amarilleo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.