La pandemia se convirtió en un acontecimiento histórico no solo para los adultos, sino también para los niños, niñas y adolescentes en Colombia, a causa del confinamiento obligatorio y la transición a clases virtuales. Así, los menores recurrieron a internet para seguir con sus estudios y mantener relaciones interpersonales. En respuesta a esta situación, Tigo, la Universidad de los Andes y Aulas en Paz llevaron a cabo un estudio pospandemia para examinar el uso de internet por parte de los jóvenes colombianos.
El estudio “Riesgos y oportunidades del uso de internet” ha arrojado luz sobre cómo los niños, niñas y adolescentes colombianos utilizan internet. Uno de los hallazgos más preocupantes fue que el 17 % de los encuestados admitió haber visto contenido relacionado con “cómo quitarse la vida” en internet. Además, se descubrió que el 29 % de los niños y niñas menores de 13 años en Colombia tienen cuentas en redes sociales. Sin embargo, el dato más alarmante es la falta de supervisión por parte de los adultos, ya que el 62 % de los encuestados afirmó no tener supervisión mientras navegan por internet.
Este estudio no se limita únicamente a diagnosticar la situación, sino que también ofrece una serie de consejos y herramientas para que padres, madres y cuidadores puedan intervenir de manera más efectiva frente a los riesgos y oportunidades que presenta internet para los menores.
Como señaló Marcelo Cataldo, “No se trata solo de entender lo que sucede en internet o cómo lo utilizan los menores, sino de tener conciencia de lo que podemos hacer como padres o cuidadores para capacitar a nuestros niños y niñas en el uso responsable de su conexión diaria a internet”.
El estudio “Contigo Conectados 2024″ involucró la participación de más de 5.700 niños, niñas y adolescentes de 19 departamentos colombianos. Se indagó sobre su uso diario de internet, las redes sociales y plataformas más utilizadas, y si alguna vez interactuaban con extraños tras entablar relaciones virtuales.
Además, se entrevistaron a más de 1.600 adultos, incluyendo padres y docentes, para comprender cómo están acompañando a los menores en este ámbito.
Esos fueron algunos de los datos más relevantes del estudio Contigo Conectados 2024:
- El tiempo promedio de uso de internet en niños, niñas y adolescentes para actividades de socialización es de 2.2 horas diarias.
- Los adolescentes usan internet tres horas al día para actividades de ocio.
- El 18 % de menores ha visualizado imágenes sexuales a través de internet en el último año.
- El 73 % de los niños, niñas y adolescentes encuestados tiene una cuenta en alguna red social.
- Uno de los datos más relevantes del estudio tiene que ver con TikTok como la segunda red más usada. El 13 % de los niños, niñas y adolescentes encuestados utiliza esta red social.
- El 30 % de los encuestados han intentado navegar menos tiempo sin éxito.
- El 40 % de niños, niñas y adolescentes aseguraron que han tenido conflictos con familiares y amigos por el tiempo que pasan en internet.
- El 15 % de los encuestados indicó que ha visto impactadas sus calificaciones debido al tiempo que pasan en internet.
- El 29 % de los encuestados dijo que no hablan con nadie cuando tienen experiencias desagradables en internet.
El estudio “Contigo Conectados” también abordó la cuestión crucial de la mediación parental en el uso de internet por parte de los menores. Se investigó qué tan involucrados están los padres o cuidadores en el tiempo que los niños pasan en línea y en sus actividades en internet. Los datos sobre mediación son reveladores:
- El 42 % de los menores encuestados informaron que sus padres o cuidadores establecen reglas de tiempo en internet.
- El 62 % de los encuestados afirmaron que sus padres no supervisan sus actividades en línea.
- Solo el 22 % de los niños y niñas que participaron en el estudio indicaron que los padres utilizan herramientas para monitorear el contenido que consumen en internet.
- Apenas el 18 % de los menores encuestados recurren a sus padres para discutir sobre lo que ven y consumen en internet.
Estas cifras reflejan la necesidad de una mayor implicación por parte de los padres en la supervisión y orientación de las actividades en línea de sus hijos.