No hay duda de que WhatsApp es de las redes sociales más influyentes en el mundo. Esta aplicación acumula millones de usuarios activos quienes, a través de varios métodos de comunicación, como los mensajes de texto, las llamadas, entre otros, interactúan con personas a larga distancia.
Ante esto, los desarrolladores de la app del teléfono verde buscan que quienes dan uso a la plataforma no se desconecten, razón por la que crean actualizaciones con diversas funcionalidades. Por ejemplo, entre las más recientes, ahora es posible editar cada chat que se envía, también se puede grabar un pequeño mensaje a través de video.
No obstante, así como hay opciones que llaman la atención de los usuarios, también existen reglas que se deben cumplir.
En ese sentido, la aplicación de mensajería instantánea tiene una serie de parámetros que se adjuntan a su política, lo que quiere decir que si una persona, sea por la razón que sea, incumple lo establecido, posiblemente, le suspenderán o incluso bloquearán la cuenta por completo.
Lo anterior no debe pasar de manera desapercibida, puesto que vale destacar que, a veces, se trata de actos muy comunes, que cualquiera realizaría, pero traerían consecuencias para el WhatsApp personal.
Así las cosas, teniendo en cuenta la política de seguridad de la red social, la cual es propiedad de Meta, y otros aportes, existen cuatro cosas que se deberían prescindir de llevar a cabo en WhatsApp y son:
Espiar las conversaciones de WhatsApp
Puede parecer raro, pero lo cierto es que cada persona tiene su propio WhatsApp, lo que significa que la información pertenece al usuario como tal, aun cuando se deben aceptar las políticas de privacidad y dar algunos accesos a la app.
Por ende, cuando se espía el WhatsApp del otro, esto puede representar un atentado en contra de la privacidad de los demás; razón más que suficiente para interponer denuncias de acoso u otros factores legales.
Añadir a una persona a un grupo sin previa autorización
Teniendo en cuenta recopilaciones de Infobae, añadir a terceros a un grupo establecido en WhatsApp podría significar un delito. Esto porque “hacerlo se podría incurrir en una revelación de datos personales, debido a que los miembros pueden ver los datos y el número del móvil del nuevo integrante”.
En ese orden de ideas, lo mejor es pedir el consentimiento de la persona a la que se desea agregar. De hecho, si solo hay un administrador en el colectivo como tal, las consecuencias podrían recaer directamente a ese sujeto.
Difundir imágenes, audios o videos sin consentimiento
Hoy en día, la información y los datos que se dan en los escenarios de interacción social son protegidos, ya que aun cuando pueden ser públicos, se trata de un contenido que le pertenece al usuario que lo comparte.
En la búsqueda de hacer de WhatsApp un espacio seguro, los cerebros detras de la app pueden ver como un mal acto difundir imágenes, audios o videos de un tercero sin el consentimiento de ello. En el caso de España, la Agencia Española de Protección de Datos ya ha interpuesto sanciones económicas al respecto.
Enviar capturas de pantalla sin consentimiento
Esta acción tiene relación con la anterior, pero su diferencia radica en que puede darse el imaginario de que porque se toma una captura de pantalla desde un dispositivo móvil, la imagen ya le pertenece al dueño del aparato; no obstante, eso no es así.
Los conocedores del tema digital dicen que no solo WhatsApp, sino que internet como tal tiene normativas. Entonces, si un usuario comparte una captura de pantalla, por ejemplo, de un chat sin consentimiento, es motivo de castigo porque “pueden identificar a una persona de forma directa o indirecta, lo que podría representar una infracción en materia de protección de datos”.