Conducir puede parecer complicado, pero realmente es una tarea que, como dicen por ahí, una vez se aprende nunca se olvida; el tener presentes las normas de tránsito, las señales presentes en la vía y conocer el vehículo que se maneja es clave para que no se presente ninguna anomalía mientras se está en marcha.
Pese a esto y a lo precavidos que puedan ser los hombres y las mujeres que están tras el volante, hay situaciones que pueden complicar esta acción, ya sea porque afectan el funcionamiento del vehículo, la estabilidad del mismo o porque impiden la visión del piloto.
Frente a esta última variable, la lluvia es una de las principales causas de accidentabilidad en la vía, pues las condiciones de manejo cambian del cielo a la tierra cuando se está bajo torrenciales aguaceros.
En este sentido, hay diferentes funciones que tiene el vehículo y que pueden ser muy útiles mientras se conduce en condiciones extremas; así mismo, hay otras que debido a la cultura popular se creen que son efectivas, pero no.
Respecto al primer escenario, la función de estabilización automática o control de estabilidad, la cual se identifica en el tablero como ESP. Este desarrollo fue diseñado por Bosch y Mercedes Benz en la década de los 90 y ha significado un gran avance para la industria automotriz en materia de seguridad, ya que la gran mayoría de las marcas la ha ido implementando en sus diferentes modelos.
Este sistema es obligatorio y siempre se encuentra activado, a menos que, de forma manual, el piloto decida apagarlo. El ESP va conectado al sistema de frenos y actúa de manera independiente sobre cada una de las ruedas en caso de presentarse una anomalía para mantener la estabilidad y la trayectoria del automóvil, razón por la que por nada del mundo se debe desactivar esta función mientras se conduce.
Ahora, dentro de las funciones o botones que se activan cuando llueve y no resultan ser tan seguros, se encuentran las luces estacionarias, pues se cree que bajo condiciones de lluvia extrema el vehículo se hará más visible. Pues bien, resulta que al mantenerlas encendidas, se le está impidiendo al conductor de un vehículo que viene por la parte trasera saber en qué dirección va a girar el vehículo de enfrente, pues estas luces desactivan las direccionales.
Por este motivo, lo que se recomienda es encender las luces y no hacer uso de las estacionarias, esto con el fin de evitar colisiones.
Otra de las acciones que no se deben realizar están relacionadas con el freno; activarlo de manera repetida puede provocar colisiones o bloqueo en las llantas, por lo que la recomendación es mantener una velocidad baja y estable, para evitar cambios bruscos de velocidad que puedan provocar un accidente o un derrape indeseado.
Así mismo, cabe mencionar que hay que mantener la concentración al máximo, por lo que algunos expertos piden evitar activar cualquier función que permita que se quite la mirada de la carretera o dejar de percibir señales que envían otros vehículos. De esta manera, recomiendan no activar los dispositivos de audio o reproductores multimedia, dejar de seguir la pantalla con los mapas y fijarse exclusivamente en el camino a seguir.
¿Cada cuánto se deben cambiar los limpiaparabrisas del carro?
La lluvia puede afectar significativamente la visión en la carretera. Si el parabrisas está mojado, puede resultar difícil para el conductor ver otros vehículos, obstáculos y las propias condiciones de la vía. Esta situación se vuelve aún más relevante cuando además de las fuertes lluvias se presentan inundaciones o deslizamientos de tierra.
“Es recomendable al momento de conducir asegurarse de que el limpiaparabrisas esté en buen estado y funcione correctamente. Si las hojas de goma están desgastadas o agrietadas, o si el limpiaparabrisas no está moviendo la hoja correctamente, la eficacia del limpiaparabrisas se verá comprometida. En este caso, las hojas de goma deben ser reemplazadas y el sistema debe ser revisado por un mecánico profesional para garantizar que esté funcionando correctamente”, asegura José Salamanca, consultor técnico para Bosch Colombia.
Para el experto, es necesario realizar el cambio al menos una vez por año, “no hacerlo podría colocar en riesgo la seguridad del conductor y generar un desgaste prematuro del vidrio panorámico”, sostiene.
Para limpiar los vidrios del carro, incluyendo el parabrisas, se recomienda utilizar agua y detergente líquido suave. Según el Instituto Nacional de Seguridad Vial de España (INSV), el uso de agua con detergente neutro es efectivo para eliminar la suciedad y los residuos en los vidrios del automóvil. También es fundamental evitar el uso de productos químicos agresivos o abrasivos, ya que pueden dañar los vidrios y los componentes del sistema de limpiaparabrisas.
Es importante tener en cuenta que las recomendaciones pueden variar según el tipo de vehículo, puesto que algunos de los más recientes permiten usar algunos químicos diseñados para los vidrios. Por lo tanto, es aconsejable consultar las recomendaciones específicas de los fabricantes de vehículos o con expertos en el tema para alargar la vida útil de los limpiaparabrisas.