La pornografía es una problemática que cada día afecta más a los niños en todo el mundo, teniendo en cuenta la facilidad que ofrecen las nuevas tecnologías para que los más pequeños de la casa tengan acceso a este tipo de contenidos.
De acuerdo con un informe de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), el rango en el que los menores de edad están accediendo a contenidos para adultos ronda entre los 8 y los 12 años de edad, lo que hace que los adolescentes entre los 13 y los 17 años adquieran posiciones de adicción frente a este tipo de material sexual.
Así, el internet se está convirtiendo en la primera línea de aprendizaje que tienen los niños y adolescentes para responder sus preguntas con respecto a las relaciones sexuales y los cambios normales en su cuerpo.
La facilidad que tienen los menores para ingresar a la web, ya sea por medio de un celular, una tablet o un PC, ha hecho que, según el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia de Save the Children, más de la mitad de los adolescentes (53,8 %) hayan consumido material de índole pornográfico, y la mayoría de las veces sin que los padres tengan conocimiento de esta situación.
Plataformas como las redes sociales se han convertido en el principal foco de dispersión de la pornografía entre los menores de edad. Algunos perfiles aprovechan la desatención de los padres sobre sus hijos para bombardear con un sinfín de publicaciones a los niños y niñas, y de esta forma empezar a encaminarlos en una autobúsqueda y autorreconocimiento sexual sin apoyo de adultos responsables.
Ahora bien, se supone que para contrarrestar esta realidad, las principales redes sociales, como TikTok, han implementado políticas comunitarias que impiden la publicación o promulgación de información que exalte los contenidos pornográficos dentro de su plataforma; pero, como dice la vieja frase: ‘hecha la ley, hecha la trampa’.
Recientemente se halló que algunos grupos de internautas, aprovechando el uso popularizado de los hashtags, están filtrando contenido para adultos en “numerales” que, en teoría, no tienen nada que ver con este tipo de material.
De acuerdo con los hallazgos de los propios usuarios, actualmente existen dos hashtags muy populares entre los usuarios de TikTok, incluyendo los menores de edad: #youtubenaranja y #youtubeazul.
La primera etiqueta tiene hasta la fecha más de 121,3 millones de visualizaciones en la red social, ya que tiene como tema central videos de la página pornográfica más famosa del mundo: PornHub.
En el caso del segundo hashtag (#youtubeazul), la información es similar, solo que esta vez referencia directamente a XXNX Videos, otra gran plataforma de contenido para adultos en el mundo. Esta etiqueta alberga más de 118 millones de visualizaciones en TikTok.
Según explican los expertos, esta situación no está directamente relacionada con que TikTok permita el contenido pornográfico en su plataforma, sino que hay personas que aprovechando los ‘huecos’ legales en las normas comunitarias de la red social, están usando etiquetas “inocentes” para promocionar este material entre los internautas; una situación que por más simple que parezca está impactando negativamente a los más pequeños de la casa, que empiezan a conocer sus gustos sensuales y sexuales desde un contenido irreal como el de la pornografía.
Por esto, el consejo de las autoridades no es centrarse en las denuncias en contra de las plataformas virtuales, sino que los padres tengan un control riguroso sobre el contenido que sus hijos observan en estas.
Además, es importante dejar de lado algunos tabúes sexuales que existen hoy en día, y empezar a hablar a los menores de estos temas, incluso desde la primera infancia. Guiarlos desde casa para evitar que sean las redes sociales las que tomen el lugar en la crianza de los niños y niñas.
“La educación sexual es también parte de una educación más general y, por lo tanto, afecta el desarrollo de la personalidad de niñas y niños. Su naturaleza preventiva no solo contribuye a la prevención de las consecuencias negativas relacionadas con la sexualidad, también puede mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar. De esta forma, la educación sexual favorece la promoción de la salud en general”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con este tema.