Bluesky, la aplicación descentralizada que se propone como alternativa a Twitter ya está disponible en beta cerrada para los usuarios de Android, que pueden acceder a ella previa invitación.
Esta red social se dio a conocer en 2019 cuando el entonces CEO de Twitter, Jack Dorsey, anunció que financiaría un pequeño equipo independiente para desarrollar un estándar “abierto y descentralizado” para redes sociales.
Tras la salida de Dorsey de la plataforma ahora propiedad de Elon Musk en mayo de 2022, este ha continuado apoyando el desarrollo de Bluesky Social, que a principios del pasado mes de marzo comenzó a estar disponible para su descarga a través de la App Store.
Entonces, era necesario inscribirse en una lista de espera para instalar esta versión y disponer de un código de invitación para acceder a ella. Ahora se exige este mismo requisito para descargar la aplicación en dispositivos con sistema operativo Android, ya que está disponible en la tienda oficial de aplicaciones Google Play.
El CEO de este proyecto, Jay Graber, admitió hace unos días que esta aplicación, que sigue en sus primeras fases, ya ha registrado el acceso de 20.000 personas, que han podido probar aspectos básicos de la plataforma, que ofrece una interfaz similar a Twitter.
Actualmente, el equipo de desarrollo de Bluesky Social trabaja en herramientas de moderación, que la compañía considera “esencial para ampliar la adopción” y también funciona con un protocolo descentralizado.
Este protocolo AT que empleará la red social admite la portabilidad de cuentas, la capacidad de descubrimiento global y la moderación y la curación personalizables.
BlueSky experimenta una importante oportunidad para captar nuevos usuarios gracias a que al descontento que puede producir de Elon Musk de presionar a sus usuarios a pagar el servicio de Twitter Blue, a cambio de tener la verificación de su cuenta junto a otras funcionalidades prémium que serán exclusivas para los suscriptores.
De hecho, la red social ya ha empezado a eliminar de manera masiva este la verificación azul, además se suprimió las etiquetas de “afiliado al Estado” y “financiado por el gobierno”, de las cuentas de varias marcas, celebridades, funcionarios públicos y medios de comunicación. De modo que quienes deseen conservarlas la certificación en su cuenta deberán suscribirse a la versión de pago.
La red social había anunciado que el 1 de abril comenzaría a retirar las insignias azules heredadas, pero parece ser que Elon Musk decidió acelerar este proceso para así cumplir con su promesa de que 20 de abril sería el plazo final que tenían los usuarios para adquirir el servicio de Twitter Blue y perder su perfil verificado.
Vale la pena recordar que originalmente las insignias azules se obtenían mediante un proceso gratuito que solo exigía una serie de requisitos al usuario interesado en solicitar la verificación y dicha certificación tenía el propósito de evitar las suplantaciones, respaldando que el usuario o la organización que la gestionaba la cuenta era quien decía ser y que además.
Sin embargo, este sistema nunca convenció a Musk, quien siempre fue crítico con la política que concedía o retiraba la mencionada insignia. Por ello, con su nuevo papel como dueño de la red social, incorporó la insignia azul en la suscripción Twitter Blue, para que quien quisiera tenerla solo tuviera que pagar por ella, aunque también debía cumplir unos requisitos.
Así las cosas, ahora el sello de certificación ha desaparecido de las cuentas de personalidades como Justin Bieber, Cristiano Ronaldo, Bill Gates o Lady Gaga, así como de las de muchos periodistas, académicos y activistas. Incluso fue eliminada de la cuenta @jack, del cofundador de Twitter Jack Dorsey.
Entre los políticos, muchos la perdieron, aunque algunos tenían la marca gris, reservada para cuentas gubernamentales o de ciertas organizaciones. Es el caso de Kevin McCarthy, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Pero algunas celebridades todavía tenían la insignia azul a pesar de no estar abonados, situación que Musk justificó explicando que él “pagando personalmente algunas suscripciones” y aclaró que era “solo” para el actor de Star Trek William Shatner, la superestrella del baloncesto LeBron James y el escritor Stephen King.
Con información de Europa Press y AFP