El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, creador de la interfaz ChatGPT, alertó este lunes 5 de junio sobre una “reglamentación estricta” de la inteligencia artificial (IA), que amenaza con frenar su desarrollo, aunque reconoció la necesidad de una vigilancia a largo plazo.
Altman defendió en mayo ante una comisión parlamentaria de Estados Unidos la intervención de los gobiernos para regular la IA y dijo que era “clave” para “limitar los riesgos” vinculados con esta tecnología.
El lunes, sin embargo, subrayó que su llamado para una mayor regulación no iba dirigido a “los sistemas actuales”.
“Creo que una reglamentación estricta de este sector o intentar ralentizar esta increíble innovación sería un error”, declaró en la Universidad de Tel Aviv, en Israel.
Altman reconoció que el riesgo de una “superinteligencia” mal usada era real. Es “algo que deberemos tal vez afrontar a lo largo de la próxima década y eso no deja mucho tiempo a las instituciones del mundo para adaptarse”, señaló.
La visita del empresario estadounidense a Israel forma parte de su gira mundial, que busca tranquilizar sobre las implicaciones de la IA y abogar por una regulación que no sea demasiado restrictiva para su negocio.
La inteligencia artificial generativa de OpenAI, abierta al gran público a fines de 2022, ha generado una avalancha de temores en cuanto a su posible uso a fines de desinformación, destrucción de empleo y pillaje de derechos de autor.
En una reunión con el presidente israelí, Isaac Herzog, Altman insistió en la “urgencia” de “encontrar la forma de mitigar estos enormes riesgos”.
Como si tuviera conciencia: robot advierte sobre riesgos de la inteligencia artificial
Un grupo de investigadores en el Reino Unido crearon un robot con apariencia humana llamado Ameca. Este robot, que por ahora cuenta con cabeza, tronco y extremidades básicas, tiene la capacidad de conversar con los humanos que le dirigen la palabra, también de gesticular, lo cual la hacer ser, o al menos parecer, más humana.
Ameca se ha hecho famosa, no por parecer un humano, ni imitar los rasgos y gestos de las personas, sino por las palabras que ha dicho acerca de los riesgos de la inteligencia artificial para la especie humana. Sus palabras fueron:
‘’El escenario más aterrador que puedo imaginar con inteligencia artificial y robótica es un mundo en el que los robots se vuelvan tan poderosos, que pueden controlar o manipular a los humanos sin su conocimiento. Esto podría conducir a una sociedad oprimida en la que ya no se respeten los derechos de la persona’'.
Estas palabras reveladas por este robot han creado un sin fin de opiniones, alarmistas más que todo, que refuerzan las palabras dichas por el ex empleado de Google, Geoffrey Hinton.
La opinión pública ha mostrado por medio de redes sociales una moderada preocupación, mientras otros aprovechan los beneficios que la IA les puede ofrecer. No obstante, este año estará marcado como el inicio de una herramienta artificial benévola para la especie humana, pero también, para los teóricos conspiranóicos como un avance que no debió haber ocurrido.
Ameca, es un robot avaluado en cien mil dólares, y cuando esté completo, con brazos y piernas mejoradas, se estima que cueste cuatro veces más. Este robot tiene el mismo sistema que utiliza ChatGPT, otro referente de la inteligencia artificial el cual también ha sido tendencia casi que a diario por las respuestas que ha dado frente a algunas preguntas relacionadas con el fin del mundo, religión, personas desaparecidas, entre otros.
La importancia de regular legalmente a la inteligencia artificial ha sido un pedido constante de los profesionales del derecho, y de la comunidad en general, especialmente la académica, con el fin de que las personas no le den un mal uso para evitarse trabajos como ensayos y escritos, fundamentales también para regular los derechos de autor.
Con información de AFP.