Puerto Rico presenció un hecho inusual que llamó la atención de quienes pudieron percibirlo. El pasado martes, 19 de noviembre del año en curso, un misterioso sonido fue detectado en tiempo real, sorprendiendo a expertos y observadores locales, especialmente a quienes tienen ciertas características específicas.
A través de un comunicado, la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC) informó que estos sonidos son asociados por primera vez al paso de un cohete espacial, el Starship de la empresa fundada por Elon Musk, SpaceX. Se trata de un fenómeno conocido como sonido electrofónico, previamente documentado con meteoros.
“Son varios los observadores que han confirmado que el Starship emitió sonidos cuando se vio pasando sobre la Isla, pero nos llamó la atención un detalle que probablemente la mayoría pasó por alto, pues el sonido se percibía sin retraso alguno, lo cual en teoría no debió ocurrir, ya que el sonido viaja bastante más lento que un cohete que alcanza velocidades de entre 15.000 y 17.500 millas por hora”, señaló la SAC.
El Starship es el cohete más poderoso diseñado por SpaceX que cruzó sobre la isla a unos 160 kilómetros de altura. Aunque se encontraba a tal distancia, los testigos informaron haber oído un sonido que no presentaba el retraso habitual de los fenómenos acústicos.
“Se trata de energía u ondas electromagnéticas emitidas por la luz, el calor y superficie metálica del cohete interactuando con la ionósfera. Estas ondas se propagan o desplazan a la velocidad de la luz y cuando alcanzan la superficie, los árboles, estructuras o paredes cercanas actúan como bocinas pasivas o reflectores acústicos que permiten al observador percibir un sonido. Más extraño o curioso aún, es que está demostrado que las personas que tienen el pelo largo, o que llevan puesta una gorra, gafas o espejuelos, perciben mejor aún el sonido de frecuencias bajas, lo que sugiere que estas superficies también hacen esa función y resaltan el peculiar efecto audible”, explicó Eddie Irizarry, divulgador científico de la SAC.
El sonido electrofónico es un fenómeno que se ha observado en meteoros, los cuales emiten frecuencias bajas que se perciben al mismo tiempo que su paso, sin el retraso típico de los sonidos. En el caso del cohete Starship, este fenómeno fue captado tanto por observadores en la Tierra como por micrófonos, demostrando que el evento coincidía exactamente con la trayectoria visible del cohete en el cielo.
Aunque este efecto ya había sido registrado en meteoros y satélites que se desintegran en la atmósfera, es la primera vez que se reporta durante el vuelo de un cohete. Un caso similar ocurrió en 2000, cuando un satélite ruso, el Molniya 1-67, se desintegró sobre Australia y generó sonidos electrofónicos.