Hoy en día, la mayoría de las personas adquieren un carro para poderse desplazar con mayor facilidad a sus trabajos, viajar constantemente o usarlos como una herramienta de trabajo. Al adquirirlo, se aceptan múltiples responsabilidades para mantenerlos en buen estado, por lo que requieren un gasto extra, ya sea para mantenimiento, limpieza, combustible, entre otros. Sin embargo, esto no es suficiente para mitigar daños en el vehículo, también es importante tener en cuenta algunos hábitos perjudiciales que son muy comunes al momento de conducir un carro y que se deben evitar.
De esta manera, el portal web Motor El País da a conocer una serie de manías que se deben evitar para tener un vehículo en óptimas condiciones:
Falta de combustible
Normalmente, esperar que el testigo de combustible alumbre no es una buena opción. Lo ideal es tanquear el vehículo cuando esté a un cuarto de gasolina, ya que si se espera hasta el último litro, la bomba de inyección puede verse comprometida y puede absorber aire, en lugar de carburante, y su duración y buen funcionamiento pueden verse afectados.
Por otra parte, tampoco se recomienda agotar el combustible porque en algunos carros las impurezas acumuladas en el fondo del depósito pueden llegar hasta el motor.
Tener el volante a tope
Al realizar algunas maniobras, el volante puede llevarse a tope ya sea hacia un lado o hacia el otro, peor esto no se recomienda hacer, ya que puede sufrir la bomba de la dirección asistida como la cremallera de dirección.
Esperar con una marcha engranada
Como tal, el embrague es una pieza del vehículo que tiene una duración limitada y además hay ciertas conductas innecesarias que reducen aún más su vida útil. Una de estas conductas es tener un cambio engranado cuando el vehículo está quieto, por lo que los expertos aconsejan tener los cambios en neutro.
Por otra parte, los expertos del portal en mención indican que “circular con el pie izquierdo sobre el pedal del embrague puede acelerar también su desgaste, debido a que podría desconectarse ligeramente del motor, en lugar de tener un acoplamiento perfecto, y rozar en partes que no están preparadas para ello”.
Conducir a alta y muy bajas velocidades
Al conducir en altas velocidades, el carro sufre más y duran menos. Pero también, cuando se conduce en bajas velocidades, porque puede afectar la longevidad del carro, porque no se alcanzan las temperaturas óptimas de funcionamiento y el propulsor puede acumular suciedad.
Punto neutro en las bajadas
Muchos conductores justifican dicha práctica con un supuesto ahorro de combustible, pero esto no es así. “Si se pone punto muerto, el coche entiende que se está al ralentí y, aunque en cuantías mínimas, hace que la inyección envíe carburante al motor”.
Por otra parte, no es recomendable rodar en punto muerto por seguridad, porque se pierde control sobre el coche y capacidad de reacción ante imprevistos.
Apoyar las manos sobre la barra de cambios
Esta manía que tienen algunas personas pueden provocar desgastes prematuros de distintos elementos, como el varillaje del cambio, el cual conecta la palanca con los engranajes de la caja de cambios.
Golpear los bordillos al estacionar
Es importante ser cuidadoso al estacionar, ya que este tipo de golpes se fuerza la estructura interna y pueden aparecer bultos u otras deformaciones al golpear los bordillos.
Cargar el coche en exceso
Uno de los consejos de los expertos es no sobrecargar de equipaje el vehículo, porque si esto se hace con frecuencia, los neumáticos, la suspensión, el sistema de frenado y el motor sufrirán las consecuencias.
Conducir con neumáticos con la presión baja
Entre las consecuencias que trae esta mala práctica está el aumento del consumo de combustible, así como el desgaste de los neumáticos, en especial en la zona de los flancos y los laterales, con lo que la vida útil se acorta. Por otra parte, una presión demasiado alta tampoco es buena, porque se pierde superficie de contacto y, en casos extremos, puede llegar a afectar a la estabilidad del vehículo.
No hacer el mantenimiento a tiempo
Por lo general, los fabricantes de los vehículos indican el tiempo en el que se debe hacer la revisión del vehículo. Cuando esto no se cumple, se puede exponerse a no saber el nivel de desgaste de algunas piezas, acabando con una avería irreversible.