La lavadora es una aliada indispensable en la vida moderna porque simplifica las tareas domésticas al automatizar el proceso de limpieza de la ropa, reduciendo así el esfuerzo necesario. Aunque sus beneficios son innegables, es importante tener en cuenta que puede convertirse en uno de los electrodomésticos que más consume energía si no se utiliza correctamente.
Por lo tanto, es crucial adoptar hábitos de consumo y prácticas adecuadas que minimicen el consumo energético de la lavadora. El mantenimiento regular y la limpieza son aspectos fundamentales que no deben pasarse por alto, ya que un descuido en este sentido puede provocar un desgaste prematuro de sus piezas, disminuyendo considerablemente su vida útil.
En este contexto, es importante destacar que utilizar una lavadora sucia puede resultar en un lavado deficiente y aumentar la carga de trabajo de la máquina. Según información proporcionada por el portal web Xataka, muchas lavadoras cuentan con una función oculta que resulta muy útil para mejorar su eficiencia durante el ciclo de lavado.
Existen varios consejos que se pueden seguir para optimizar el rendimiento de este electrodoméstico. Por ejemplo, es recomendable utilizarla durante las horas de menor coste eléctrico, evitar sobrecargar el tambor, separar la ropa por colores, usar la cantidad adecuada de detergente y limpiarla regularmente. Estas prácticas son fundamentales para mantenerla en buen estado y garantizar que funcione correctamente sin excederse, lo que a su vez previene la necesidad de incurrir en gastos innecesarios por daños evitables.
Cuando se trata del cuidado de la lavadora, es esencial hacer hincapié en la importancia de una limpieza exhaustiva. Esto implica desinfectar y lavar el tambor, tarea para la cual incluso los modelos más recientes suelen ofrecer un sistema integrado. Además, es necesario limpiar el filtro, que se encuentra oculto detrás de una puerta en la parte inferior, y retirar el cajetín donde se introduce el jabón y el suavizante, ubicado junto al botón mencionado anteriormente.
El cajetín es una de las áreas de la lavadora que tiende a acumular más suciedad. Si no se limpia regularmente, estos residuos pueden transferirse al tambor y provocar la formación de moho, lo que representa un riesgo no solo porque puede dañar los componentes internos de la máquina, sino también porque puede ocasionar que la ropa salga nuevamente sucia después del lavado.
Para realizar esta limpieza, primero debe retirar el cajetín. Para ello, localice el botón correspondiente; sin embargo, en algunos modelos podría tratarse de una palanca u otro mecanismo de liberación. En caso de no poder localizarlo, consulte la guía o manual del usuario para obtener instrucciones adicionales. Aunque el botón de extracción suele estar presente en la mayoría de las lavadoras, en algunos modelos el sistema puede requerir pulsar en la zona central.
Una vez que haya retirado el cajetín, puede sacarlo y volver a colocarlo según sea necesario, lo que facilita la limpieza de todos sus compartimentos sin dificultad.