La tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y con ella han surgido diversas modalidades de engaño de los ciberdelincuentes, con el fin de obtener fácilmente datos personales y financieros de los usuarios.
Las aplicaciones de mensajería se han convertido en la principal herramienta de comunicación, gracias a sus características y funciones versátiles que facilitan la interacción entre amigos, familiares, parejas e incluso compañeros de trabajo. Aunque en la era digital actual ofrecen innumerables beneficios, no es ningún secreto que también son utilizadas por delincuentes para cometer diversos actos criminales.
Una de las modalidades de estafa más comunes son los enlaces maliciosos, que consisten en enlaces que aparentan dirigir a páginas legítimas, pero que en realidad conducen a sitios web falsos con fines delictivos. Esta técnica es empleada constantemente por los delincuentes para recopilar datos bancarios y personales, como contraseñas y números de tarjetas, entre otros.
A pesar de las alertas emitidas para prevenir que los ciudadanos caigan en estas trampas, aún se registran casos de víctimas con regularidad. Esto se debe principalmente a la falta de conocimiento sobre el funcionamiento real de un enlace infectado y sobre cómo protegerse de ellos para evitar posibles hackeos.
¿Cómo comprobar si un enlace es malicioso?
Los expertos en tecnología de Xataka recopilan en su sitio web una lista de recomendaciones para detectar a tiempo si un enlace es peligroso antes de abrirlo, ya que las consecuencias posteriores pueden ser perjudiciales.
Por lo general, este tipo de mensajes suele proceder de números desconocidos. Por lo tanto, uno de los primeros consejos es pasar el cursor sobre el enlace para que aparezca en la parte inferior del navegador la dirección URL a la que redirige el enlace. Este paso es especialmente útil al realizarlo desde un ordenador, ya que permite una visualización más clara del contenido del enlace.
Otra opción es inspeccionar detenidamente el enlace. Esto se puede hacer accediendo al código de la página web, haciendo clic derecho en el fondo de la misma y seleccionando la opción “Inspeccionar”. Esto abrirá una ventana en el lado derecho donde se podrá ver en detalle la información sobre la web que se está visitando. Allí, podrá encontrar el código HTML que le permitirá verificar la autenticidad del enlace.
Es crucial revisar minuciosamente la URL. Es importante prestar atención a posibles errores ortográficos o a la inclusión de caracteres adicionales, ya que esto suele ser indicativo de que se está intentando suplantar una página web legítima. Si nota alguna alteración sospechosa, es recomendable evitar abrir el enlace.
Estas son algunas señales a las que se debe prestar atención al recibir un enlace, ya sea a través de WhatsApp, correo electrónico, mensaje de texto u otras plataformas digitales. Si no se está atento, las consecuencias pueden incluir ataques informáticos que comprometan información confidencial.
En este sentido, el portal Redes Zone destaca que uno de los riesgos al abrir enlaces sospechosos es la posibilidad de descargar un archivo peligroso que podría contener virus, como los troyanos. También se corre el riesgo de ser víctima de ataques de phishing, o en su defecto, de que los datos personales se filtren para que los atacantes puedan beneficiarse de ellos.