En la vida moderna, los electrodomésticos desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del hogar. Estos dispositivos han transformado las tareas cotidianas, haciéndolas más rápidas, fáciles y eficientes. Sin embargo, a medida que aumenta su uso, también surgen preocupaciones relacionadas con su consumo energético.
A lo largo de los años, los electrodomésticos han evolucionado gracias a los avances tecnológicos. Incorporan características como la eficiencia energética, la conectividad con otros dispositivos del hogar y la automatización de tareas, lo que ha incrementado aún más su funcionalidad.
No obstante, el uso de estos aparatos plantea una creciente preocupación por el consumo de energía, especialmente cuando no están en uso activo. Este consumo no solo repercute en la factura eléctrica, sino que también tiene implicaciones ambientales.
Cabe destacar que el consumo energético de los electrodomésticos no se limita únicamente al momento en que están en funcionamiento. Muchos de estos dispositivos siguen utilizando electricidad incluso cuando están apagados, un fenómeno conocido como “consumo en standby” o “consumo fantasma”. A pesar de estar aparentemente apagados, permanecen conectados a la red eléctrica, lo que mantiene ciertos circuitos en funcionamiento.
El televisor: el mayor consumidor de energía en reposo
Entre los electrodomésticos que más energía consumen en modo standby, el televisor es uno de los más destacados. Aunque este aparato no esté en uso, sigue utilizando electricidad para mantenerse en espera, recibir señales del control remoto y permitir un encendido rápido. Esta energía en pausa es responsable de un consumo que, aunque parece pequeño por separado, puede acumularse con el tiempo.
El televisor moderno, por ejemplo, puede consumir entre 1 y 3 vatios cuando está apagado, lo que podría parecer insignificante. Sin embargo, si permanece conectado al sistema eléctrico durante muchas horas al día, el consumo anual puede ser considerable, alcanzando hasta 30 kWh por año. Este tipo de consumo fantasma no solo se limita a los televisores, sino que también afecta a otros dispositivos como consolas de videojuegos, sistemas de audio o routers de internet, que siguen utilizando energía, aunque no estén siendo utilizados activamente.
¿Cómo evitar un aumento en el consumo de energía?
Para reducir el impacto del consumo energético en standby, los expertos sugieren varias soluciones prácticas. Una de las más eficaces es desconectar los electrodomésticos de la red eléctrica cuando no se estén utilizando, lo cual se puede lograr mediante el uso de regletas de enchufes con interruptor, que permiten apagar múltiples dispositivos de forma simultánea. También se recomienda elegir electrodomésticos con buenas calificaciones de eficiencia energética, que estén diseñados para minimizar el consumo de electricidad tanto en uso como en reposo.
Aunque algunos dispositivos, como los televisores, puedan parecer poco relevantes en términos de consumo energético, el impacto acumulado de muchos electrodomésticos conectados al sistema eléctrico puede ser significativo.
Para mitigar este impacto, es fundamental desconectar los electrodomésticos cuando no estén en uso y optar por modelos más eficientes desde el punto de vista energético. De esta manera, no solo se reduce el gasto económico, sino también la huella ambiental del hogar.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.