Las creaciones tecnológicas han suplido las necesidades de las personas, de modo que una de esas ideas son los electrodomésticos. Gran parte de estos aparatos funcionan para un espacio determinado del hogar, ya sea una cocina o una habitación, pero no solo se debe tener en cuenta sus características de uso, sino también el gasto de energía eléctrica que consumen.
La energía es uno de los recursos que, al momento de pagar la factura de la luz, genera más dolores de cabeza. Si bien, con el paso del tiempo el consumo inteligente y sostenible de las tecnologías es un tema con mayor protagonismo, aún falta mucho por descubrir.
En ese sentido, hay quienes se interrogan sobre cuáles son los electrodomésticos que más consumen luz y, por ende, incrementan el costo de la factura. En efecto, hay uno de estos aparatos que más repercute y genera inconformidades.
Actualmente, muchos de los electrodomésticos tienen incorporado un ahorrador de energía, también conocidos como electrodomésticos inteligentes. Teniendo en cuenta recopilaciones del blog Vivienda Saludable, “lavadoras y secadoras inteligentes, por ejemplo, usan la última tecnología para hacer su labor de una manera mucho más eficiente que los electrodomésticos habituales”.
En el caso de la lavadora, juega un papel esencial para el ahorro de luz porque cumple con su función del lavado de ropa en tiempo récord, al disponer de sensores que detectan la cantidad de ropa, por lo que, de manera automática, saben cuánta energía utilizar.
En cuanto a las secadoras, “disponen de sensores de humedad que la miden constantemente durante el ciclo de secado, ajustando el tiempo y la temperatura empleados. Eso permite el uso de la energía exacta, sin malgastar un kilovatio y sin que las prendas más sensibles se dañen”.
No obstante, así como existen las nuevas tecnologías, también figuran aquellas que no están a la vanguardia y, por lo tanto, consumen más energía de lo común.
El electrodoméstico que tiene la fama de ser el más gastador de energía
Pese a que las neveras son necesarias para mantener frescos los alimentos y en óptimas condiciones, este tipo de electrodoméstico es el menos colaborador con el gasto de la luz. De acuerdo con el blog 20 bits e información suministrada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en España, “el frigorífico (nevera) consume mucho más que los demás electrodomésticos”.
La razón del alto consumo se debe a que es un aparato que permanece conectado a la toma de corriente, lo que significa que no hay una pausa como tal, como si pasa con los televisores, las estufas eléctricas, entre otras invenciones tecnológicas.
Así las cosas, la OCU considera que “el consumo de un frigorífico va desde los 500 Wh en 24 horas hasta los 1.100 Wh al día que pueden llegar a gastar los modelos más grandes, lo que supone una diferencia de hasta unos 30 euros (un poco más de 150 mil pesos colombianos) al año entre unos y otros”.
Ante este panorama, nunca es tarde para aprender sobre el manejo adecuado, enfocado al ahorro de energía, de las neveras.
Según el citado blog, se puede mitigar el costo del recibo de la luz controlando la temperatura de la nevera, con “5 °C en el frigorífico y -18 °C en el congelador”. Así mismo, hay que tratar de mantener la mayor cantidad de tiempo cerrado este electrodoméstico y quitar el polvo que acumula con frecuencia, ya que, por lo general, este aparato acumula suciedades en la parte trasera que pueden hacer que los procesos internos y el intercambio de calor no sean los correctos; y ese sea el motivo por el cual la nevera puede estar subiendo el costo de la factura en el hogar.