En la vida cotidiana, los electrodomésticos se han convertido en herramientas indispensables que facilitan las tareas diarias. Sin embargo, uno de los peligros menos discutidos, pero altamente significativos, es el riesgo de incendio asociado con estos dispositivos cuando se dejan conectados durante períodos prolongados. De entre todos los electrodomésticos, la plancha se destaca como uno de los más peligrosos si no se maneja adecuadamente.

Las planchas están diseñadas para calentar y mantener temperaturas elevadas para alisar arrugas en la ropa. Estas temperaturas pueden superar los 200 grados Celsius (392 grados Fahrenheit), lo que las convierte en una fuente de calor considerable. Las planchas modernas están equipadas con elementos de calentamiento eléctricos que pueden seguir funcionando incluso cuando la plancha no está en contacto con la ropa. Este calor residual, si no se controla, puede ser un causante de los incendios.

A medida que el tiempo avanza, los electrodomésticos en nuestros hogares envejecen, y con ello, surgen preguntas sobre cómo la edad y el desgaste afectan su funcionalidad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Calentamiento residual

Cuando una plancha se deja conectada y encendida, los elementos de calentamiento continúan generando calor incluso si no se está usando. Este calor residual puede acumularse en el aparato y sus alrededores, especialmente si la plancha se encuentra sobre superficies inflamables como una mesa de planchar con materiales sintéticos o una alfombra. Si la temperatura alcanza un punto en el que el material cercano se sobrecalienta, se puede producir un incendio.

Fallas en el mecanismo de control

Las planchas modernas suelen tener mecanismos de apagado automático, diseñados para mitigar el riesgo de incendios. Estos mecanismos funcionan detectando cuando la plancha no se está moviendo y, en consecuencia, reducen o apagan el calor. Sin embargo, estos sistemas pueden fallar debido a defectos de fabricación, desgaste o mal funcionamiento. En tales casos, la plancha sigue generando calor sin control, aumentando el riesgo de incendio.

Problemas con el cable de alimentación

Otro factor de riesgo es el estado del cable de alimentación. Los cables pueden dañarse con el tiempo debido al uso constante o al almacenamiento inadecuado. Un cable dañado puede provocar cortocircuitos o sobrecalentamiento, contribuyendo al riesgo de incendio. Además, los cables en mal estado pueden provocar chisporroteo, lo que aumenta el peligro si el cable está en contacto con materiales inflamables.

Las manchas pueden aparecer por causa del óxido. | Foto: Getty Images

¿Cómo evitar un incendio en casa?

Afortunadamente, existen medidas efectivas para minimizar los riesgos asociados con el uso de una plancha. Aquí hay algunas recomendaciones clave:

Desconectar el aparato: La forma más sencilla y efectiva de evitar riesgos es siempre desconectar la plancha después de usarla. Esto no solo asegura que el aparato no siga generando calor innecesariamente, sino que también evita problemas relacionados con fallas en los mecanismos de control. Desconectar el dispositivo garantiza que el aparato esté completamente inactivo y seguro.

Uso de superficies adecuadas: Asegúrese de utilizar la plancha sobre superficies que sean resistentes al calor y no inflamables. Las mesas de planchar están diseñadas para manejar altas temperaturas y minimizar el riesgo de incendio. Evite dejar la plancha sobre telas o materiales que puedan prenderse fuego fácilmente.

Inspección regular del cable: Revise periódicamente el cable de alimentación de la plancha para detectar cualquier signo de desgaste o daño. Si observa que el cable está desgastado, deshilachado o quemado, reemplaza el cable inmediatamente. Mantenga el cable en buen estado y evite enrollarlo de manera que pueda causar daños.

La seguridad en el hogar es una preocupación constante para muchas personas, especialmente cuando se trata de prevenir incendios. | Foto: Stephan Zabel

Aunque muchos electrodomésticos presentan riesgos potenciales de incendio si se dejan conectados por mucho tiempo, la plancha destaca como una de las más peligrosas debido a sus altas temperaturas y el riesgo de fallas en sus mecanismos de seguridad. Siguiendo prácticas de seguridad adecuadas, como desconectar el aparato después de su uso, utilizar superficies resistentes al calor y mantener el equipo en buen estado, puede reducir significativamente el riesgo de incendio asociado con la plancha.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.