Una de las razones por las que la calidad de la telefonía celular sigue siendo insuficiente en Colombia es la falta de antenas que brindan la cobertura necesaria para que las llamadas no se caigan o los planes de datos no sean intermitentes. Los operadores de telefonía móvil argumentan que la mayor talanquera para desplegar la infraestructura son las alcaldías municipales que se interponen, arguyendo los planes de ordenamiento territorial, para evitar que se instalen esas estructuras. Detrás de este problema se han creado varios mitos que, a fuerza de especulaciones y rumores, se han convertido en una especie de verdad a voces sobre todo en las zonas más apartadas del país. Argumentos como “las antenas de telefonía celular afectan la salud de las personas alrededor” o “las infraestructuras afean los paisajes” han significado en la práctica menos llamadas exitosas y más dificultades para acceder a Internet. Por supuesto las autoridades, encabezados por el propio Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) ha dado la batalla para controvertir estos razonamientos. Por un lado, no se conoce ningún estudio concreto que reconozca que las antenas de telefonía celular afecten gravemente la salud de la población. Por otro lado, los nuevos diseños de las infraestructuras permiten que las antenas se integren de buena manera con los valores arquitectónicos que las rodean. A pesar de los argumentos, y de la fuerza de quienes los exponen, Colombia sigue muy atrasada en el despliegue de infraestructura, esta una de las razones por las que la calidad de la telefonía celular es tan mal calificada por los usuarios colombianos. Ante este panorama, esa cartera y la Procuraduría General de la Nación tomaron cartas en el asunto. Las entidades expidieron la circular “deber de cumplimiento del artículo 193 de la Ley 1753 de 2015” la cual proporciona a los entes territoriales (alcaldías) los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) para garantizar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones”. Básicamente el Ministerio vuelve a instar, esta vez con apoyo del Ministerio Público, para que los alcaldes cumplan con una ley que cambió las reglas de juego para la instalación de antenas en estos entes territoriales, algo que curiosamente no ha sido respondido por parte de los mandatarios. Gracias al artículo incluido en el PND, por ejemplo, se permite la instalación de elementos de transmisión y recepción como picoceldas o microceldas, que por sus características en dimensión y peso puedan instalarse sin la necesidad de obra civil para su soporte y sin expedición de permisos y/o licencias, siempre y cuando respeten la reglamentación expedida por la Agencia Nacional del Espectro (ANE) y la Comisión de Regulación de Comunicaciones(CRC). El mismo artículo en uno de sus parágrafos indica que la autoridad competente tendrá un plazo de dos meses para otorgar el permiso y/o licencia para la construcción, instalación, modificación u operación de cualquier equipamiento para la prestación de servicios de telecomunicaciones. “Transcurrido ese plazo sin que se haya notificado decisión, operará el silencio administrativo positivo y el operador podrá instalar la infraestructura”, reza la norma. Expertos consultados por Semana.com aseguraron que los entes territoriales estudian algún tipo de pronunciamiento sobre este tema porque al interior de varias alcaldías en el país consideran que esta norma “les quita la autonomía consagrada en la Constitución”. Creciente demanda El tema es que si no hay antenas suficientes, los servicios de telefonía e internet móvil no serán los mejores. Es más, en caso de que no se pueda solucionar el cuello de botella, el acceso a tecnologías móviles podría mermar en el mediano plazo. Actualmente el país sigue la tendencia mundial: los usuarios están demandando más datos que planes de voz. Y el campo de acción es gigantesco: mientras que para finales de 2014 existían 51,8 millones de líneas de voz activas, la conexiones de internet móvil llegaron a 3,1 millones. Esa franja de diferencia supone que cada año aumentarían exponencialmente los usuarios de datos. De acuerdo con cifras de la ANE faltan por instalar casi 10.000 antenas para cumplir con la demanda de datos que tendrá el país en los próximos años. Las autoridades esperan que los entes territoriales cumplan con los nuevos lineamientos para alcanzar esta meta y poder responder ante la creciente demanda.