El uso de los smartphones es directamente proporcional a la necesidad de contar con un cargador que los abastezca de energía. Esta relación se da en vista de que la carga no es eterna y, en algún momento, llegará a su límite. El resultado inmediato es que el dispositivo se apagará.
Teniendo en cuenta que el uso del celular es bastante frecuente, lo normal es que los usuarios carguen sus dispositivos al menos una vez al día. En tal virtud, es conveniente prestar atención para saber si todos los sistemas que participan en el proceso de carga funcionan correctamente.
A nivel general, los usuarios suelen enfocarse más en los elementos de mayor tamaño, como el ‘marranito’ o estructura principal del cargador, el cable y la batería del teléfono. No obstante, el estado de las entradas, las bobinas internas del cargador, el adaptador, entre otros, también participan en el proceso y no están exentos de sufrir daños eventualmente.
Al momento de poner a cargar el celular hay un detalle que, aunque común, puede preocupar a ciertas personas: el cargador se calienta.
Para los técnicos en reparaciones tecnológicas, si el cargador es de conexión USB, se convierte la corriente alterna en una continua; en efecto, debe adaptarse para el dispositivo y eso genera calor.
Asimismo, usualmente, los cargadores cuentan con un transformador que cumple la función de convertir la energía eléctrica a medida que la proporciona al celular, por lo que este proceso produce incremento de la temperatura.
En ese orden de ideas, el incremento en la temperatura del cargador es completamente normal, sin embargo, también puede calentarse porque presenta un error de funcionamiento, ya sea por el paso del tiempo, el uso excesivo o errores de producción.
De acuerdo con el portal Xataca, lo mejor es percatarse de que no se registren temperaturas incontrolables, pues, de lo contrario, existe la posibilidad de que se provoque un incendio. En adición, la batería del móvil puede explotar o simplemente dejar de funcionar.
En consecuencia, es indispensable tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta si el cargador se calienta demasiado:
- Desenchufar el dispositivo celular de inmediato.
- Limpiar el cargador, pues puede que tenga residuos que impidan la correcta carga.
- Cambiar de cable.
Por su parte, el escenario web Computer Hoy comparte las situaciones en las que un cargador puede provocar un accidente de incendio, por causa de las altas temperaturas:
- Se presenta una fusión en el plástico del cargador o en el cable.
- Se percibe “un olor inusual procedente del cargador, como el olor a humo o a plástico derretido”.
- Se generan huellas de quemaduras de color negro o marrón.
- Se registra una cantidad repentina de calor, diferente a la normal.
¿Qué pasa si se deja un cargador conectado todo el día?
Teniendo en cuenta que el consumo de energía varía en función del dispositivo y su uso, no es raro ver que algunas personas llevan consigo un cargador para mantener a punto la batería de su celular o computador portátil.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos detalles frente al uso correcto que se les debe dar a los cargadores. En primer lugar, la desatención o el afán puede conducir a uno de los errores más frecuentes: dejarlo conectado, pero sin que esté alimentando batería alguna.
Un mito común señala que los cargadores siguen gastando energía a pesar de que no estén conectados a un dispositivo. De acuerdo con el portal especializado en tecnología Xataca Android, esta creencia es real, aunque la verdad es que el gasto total de electricidad no resulta particularmente alto.
“Los cargadores de batería incluyen distintos circuitos integrados con una bobina interna de cobre que se encarga de transformar el alto voltaje y amperaje de la toma directa de corriente a los valores mucho más bajos que requiere un móvil (los cargadores también convierten la electricidad alterna en continua). Dicha circuitería no se desconecta por completo cuando quitamos el móvil del cable, ya que una mínima parte de energía sigue circulando por la bobina. Esta es la razón por la que continúan consumiendo electricidad de forma pasiva, en modo fantasma”, explica el citado portal.
En consecuencia, dadas las características propias de los cargadores, estos gadgets seguirán consumiendo energía mientras continúen conectados a una fuente de poder. Aun así, el valor del gasto resulta mínimo, por lo que en realidad sería casi imperceptible a la hora de pagar el recibo.