No es un secreto que el router wifi se ha convertido en uno de los dispositivos más importantes, no solo en los hogares, sino también en empresas y espacios públicos. Hoy en día, mantenerse conectado a internet es esencial para garantizar una comunicación estable y acceder a información, entre otras actividades diarias.
Con el tiempo, esta tecnología ha evolucionado hasta convertirse en el estándar para conectar dispositivos como computadoras, celulares y televisores inteligentes a la red. Su principal característica es el uso de ondas de radio y conectividad inalámbrica, lo que brinda a los usuarios una mayor movilidad y flexibilidad, ya que no necesitan cables para disfrutar de sus ventajas.
Sin embargo, aunque la mayoría de los usuarios aprovechan adecuadamente estas herramientas, hay quienes las ven como una oportunidad para delinquir. Si un hacker logra infiltrarse en un router, puede acceder a todos los dispositivos conectados a la red, donde se almacena información confidencial. Esto podría resultar en un robo masivo de datos, que van desde contraseñas hasta información financiera, como tarjetas de crédito.
Por ello, los expertos en ciberseguridad insisten en la importancia de tomar precauciones al navegar por internet, ya que los usuarios pueden, sin darse cuenta, convertirse en víctimas de ataques informáticos que comprometen su seguridad digital y la de su familia.
Un error común entre los usuarios es instalar el router en un lugar de la casa y luego olvidarse de él, a menos que surja algún problema de conectividad. Según un informe del medio español Computer Hoy, esta falta de atención puede resultar en configuraciones desactualizadas y vulnerables. Los ajustes en el router suelen realizarse solo cuando surgen fallas, lo que permite que durante largos períodos no se realicen actualizaciones necesarias.
Uno de los aspectos de seguridad más descuidados es la contraseña del router, a pesar de ser crucial para la privacidad. Los proveedores de internet suelen utilizar una lista de contraseñas estándar, que incluyen términos comunes como “admin” o “user”, combinados con claves predeterminadas. Dejar estas contraseñas sin modificar es uno de los mayores errores, dado que facilita el acceso no autorizado a la red, haciéndola vulnerable a ciberataques.
Además, si no se actualiza el firmware del router a su última versión, el riesgo aumenta, porque el dispositivo no estaría recibiendo los parches de seguridad necesarios para corregir errores, como sucede con cualquier sistema operativo.
Para mejorar la privacidad de datos, los expertos recomiendan desconectar el router, restablecer los valores de fábrica y cambiar la contraseña por una que cumpla con los estándares de seguridad adecuados, pero que también sea fácil de recordar.