Actualmente, hay un extenso catálogo de electrodomésticos que facilitan la vida a los usuarios al optimizar el tiempo y simplificar las tareas domésticas. Esto contrasta notablemente con épocas anteriores, cuando la tecnología no estaba tan avanzada.
El microondas, por ejemplo, es un aparato fundamental en los hogares y también en espacios como oficinas, permitiendo calentar alimentos sin necesidad de una estufa. Además, es energéticamente eficiente para quienes buscan ahorrar energía.
Sin embargo, como cualquier electrodoméstico, es importante seguir buenas prácticas para prolongar su vida útil y evitar daños costosos. Un hábito común, pero desaconsejado, es usarlo para calentar productos que no son aptos para microondas, ya que esto puede tener consecuencias negativas tanto en los componentes internos del aparato como en la salud.
¿Qué no se debe meter al microondas?
Es importante tener precaución con los productos y el uso del microondas para evitar la contaminación de los alimentos y prevenir graves accidentes como explosiones, cortocircuitos e incendios, que podrían afectar la integridad física de quienes habitan la casa.
Plástico: Aunque a menudo se pasa por alto, el plástico no debe usarse en el microondas. Puede derretirse durante el funcionamiento, contaminando los alimentos y potencialmente causando enfermedades. Evita introducir bolsas de comida, envases de yogur o tupperware de plástico. Sin embargo, existen algunos envases diseñados específicamente para soportar las altas temperaturas del microondas.
Metal: El metal no es apto para el microondas porque es un conductor de electricidad y no absorbe las ondas electromagnéticas. Esto puede dañar el aparato y afectar su funcionamiento. Por lo tanto, no introduzcas tenedores, cuchillos, cucharas, vasos, tazas u ollas metálicas.
Papel aluminio: Aunque el papel aluminio es útil para conservar alimentos, resulta peligroso en el microondas. Al igual que los utensilios metálicos, el papel aluminio puede causar daños y riesgos similares debido a su composición metálica.
Cartón y papel: Los recipientes de cartón y papel, comúnmente utilizados para llevar comida en restaurantes o domicilios, pueden contener elementos metálicos o plastificados que representan riesgos para el microondas, como daños al aparato o cortocircuitos.
Espuma de poliestireno: Este material plástico ligero, usado frecuentemente en envases desechables, bandejas de alimentos y empaques, puede liberar sustancias químicas dañinas como el estireno cuando se calienta en el microondas. El estireno, en grandes cantidades, puede ser tóxico y es sospechoso de ser carcinógeno.
Seguir estas recomendaciones le ayudará a proteger su salud, la de su familia y a garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del microondas, prolongando su vida útil.