Aunque la tecnología ha transformado la manera en que las personas se comunican, acceden a información e interactúan, también se ha convertido en un riesgo para la seguridad de los usuarios. Los ciberdelincuentes suelen estar al acecho, buscando datos e información que puedan robar y utilizar para su beneficio.
En los últimos años, la ciberdelincuencia ha aumentado, impulsada por el auge de las plataformas digitales y aplicaciones de mensajería como WhatsApp. Estas herramientas, utilizadas diariamente para compartir una amplia variedad de datos, incrementan la probabilidad de que dicha información caiga en manos equivocadas a través de técnicas de ingeniería social, es decir, estrategias de manipulación utilizadas por delincuentes para lograr sus objetivos.
Este tipo de estafas es motivo de preocupación para los usuarios de internet, quienes constantemente enfrentan el riesgo de que su seguridad y privacidad sean vulneradas. Sin embargo, no es la única forma en que los criminales operan. Existen métodos tradicionales que continúan siendo efectivos, como el robo por “cosquilleo”, el atraco a mano armada y otros tipos de hurto.
Los criminales aprovechan cualquier época del año para robar dispositivos tecnológicos, especialmente teléfonos móviles, ya que estos contienen una gran cantidad de información personal, como fotos, videos, cuentas bancarias, contactos, mensajes y correos electrónicos. Por esta razón, los teléfonos móviles se han convertido en uno de los principales objetivos de los ladrones.
Este tipo de delitos no solo ocurre en Colombia, sino también en muchos otros países. Por ello, los expertos recomiendan una serie de medidas para evitar ser víctima de estos bandidos.
Una de las principales sugerencias es mantener siempre activo el bloqueo de pantalla del dispositivo. De esta forma, en caso de robo, los ladrones tendrán más dificultades para acceder a la información almacenada. Los primeros minutos tras el hurto son cruciales. Según el medio especializado en tecnología Computer Hoy, es esencial utilizar la herramienta ‘Find My’ en dispositivos iOS o Android, que permite rastrear la ubicación del dispositivo en situaciones de emergencia.
Este servicio se puede acceder desde un ordenador para verificar si el dispositivo está cerca. Si ya es demasiado tarde y no se puede localizar, lo más recomendable es bloquearlo directamente desde la configuración del sistema operativo. Además, es fundamental ponerse en contacto con el operador de telefonía para bloquear la tarjeta SIM.
Otra medida importante es acceder al contenido almacenado en la nube y eliminarlo para evitar mayores riesgos. Asimismo, se recomienda desvincular todas las aplicaciones y cuentas asociadas al dispositivo, aunque esto puede ser un proceso tedioso, es una manera efectiva de proteger la información personal.
Finalmente, se debe denunciar el robo a las autoridades utilizando el código IMEI del dispositivo, el cual se puede encontrar en la página del operador o en la caja original del teléfono.