Detectar una mentira puede ser un desafío, especialmente cuando una persona se esfuerza por parecer sincera. Sin embargo, diversos estudios en el campo de la psicología y el comportamiento humano han identificado señales que podrían delatar a un mentiroso. Conocer estas técnicas y prestar atención a ciertos detalles puede ayudar a determinar si alguien está siendo honesto o no.
La importancia de la comunicación no verbal
El lenguaje corporal es una de las herramientas más poderosas para descubrir una mentira. Según los expertos, aproximadamente el 55% de la comunicación se basa en gestos, posturas y expresiones faciales. Aunque un mentiroso puede controlar sus palabras, a menudo su cuerpo revela la verdad.
Microexpresiones:
Las microexpresiones son movimientos faciales breves e involuntarios que reflejan las emociones reales de una persona, aunque intente ocultarlas. Estas expresiones pueden durar fracciones de segundo y mostrar miedo, culpa o nerviosismo, incluso si la persona trata de aparentar tranquilidad.
Evitar el contacto visual:
Aunque no siempre es concluyente, muchas personas que mienten tienden a evitar mirar directamente a los ojos de su interlocutor. Sin embargo, algunos mentirosos experimentados pueden hacer lo contrario y mantener un contacto visual excesivo para parecer más convincentes.
Gestos inconsistentes:
Los gestos que no coinciden con lo que se está diciendo pueden ser una señal de mentira. Por ejemplo, alguien que afirma estar tranquilo mientras se frota las manos o mueve las piernas con nerviosismo podría estar ocultando algo.
El tono de voz y la elección de palabras
El tono de voz y la forma en que una persona habla pueden ser tan reveladores como su lenguaje corporal. Los siguientes elementos son útiles para identificar inconsistencias:
Cambios en el tono:
Una variación repentina en el tono de voz, como un aumento o disminución del volumen, puede ser indicativo de que la persona está incómoda o insegura con lo que dice.
Pausas largas:
Si alguien hace pausas frecuentes o tarda demasiado en responder, podría estar inventando la respuesta sobre la marcha. Esto se debe a que construir una mentira requiere más esfuerzo mental que decir la verdad.
Exceso de detalles:
Los mentirosos suelen incluir detalles innecesarios en sus historias para parecer más creíbles. Sin embargo, esto puede ser contraproducente, ya que el exceso de información a menudo genera sospechas.
La técnica de las preguntas inesperadas
Hacer preguntas inesperadas o fuera de contexto es un truco eficaz para descubrir a un mentiroso. Las personas que mienten suelen tener una narrativa preparada, pero una pregunta que no esperan puede hacer que se contradigan o se muestren nerviosas.
Reformular preguntas:
Volver a preguntar lo mismo de manera diferente puede ayudar a identificar inconsistencias. Si la respuesta cambia o se altera en los detalles, es posible que la persona no esté diciendo la verdad.
Hacer preguntas específicas:
Preguntar por detalles precisos puede complicar a un mentiroso, ya que no siempre puede recordar toda la información que inventó. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Dónde estuviste?”, es más efectivo preguntar “¿Con quién estabas y a qué hora llegaste?”.
Señales fisiológicas de la mentira
El cuerpo humano también puede reaccionar físicamente cuando una persona está mintiendo. Estas señales, aunque sutiles, pueden ser reveladoras:
Sudoración excesiva:
Mentir puede generar estrés, lo que activa las glándulas sudoríparas. Por esta razón, algunas personas comienzan a sudar más de lo normal al ser interrogadas.
Cambios en la respiración:
Una respiración acelerada o entrecortada puede ser una señal de que alguien se siente ansioso o nervioso al intentar ocultar la verdad.
Movimientos repetitivos:
Tocarse la cara, jugar con el cabello o mover las manos de manera repetitiva son comportamientos que pueden indicar incomodidad o nerviosismo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.