TikTok, red social propiedad de la compañía china ByteDance, ha ordenado a sus empleados el regreso a las oficinas a partir de octubre, situación que ha incomodado a la fuerza laboral de los cerca de 7.000 trabajadores que tiene la plataforma en Estados Unidos.
La orden impartida consiste en estar, de forma presencial en las oficinas, al menos tres días a la semana, por lo que creó un aplicativo para monitorear la asistencia de los colaboradores a las instalaciones, lo que los ha molestado mucho más, hasta el punto de sentir amenazado su puesto de trabajo.
Se trata de la aplicación MyTRO (Mi regreso a la oficina), la cual estará vinculado al software interno de la compañía y alertará cuando un empleado no asista a la oficina, solicitándole una explicación o justificación de su inasistencia, según revelaron algunos empleados el The New York Times con capturas de pantalla de correos electrónicos que la red social les había hecho llegar.
El aplicativo, que ha incomodado a los colaboradores de TikTok, recaudará toda la información necesaria y esta podría ser utilizada para tomar acciones disciplinarias, han señalado algunos empleados al medio neoyorquino en medio del anonimato.
“Cualquier falta de cumplimiento deliberada y constante podría ocasionar una acción disciplinaria” y “afectar las evaluaciones de desempeño”, han señalado algunos empleados.
Y es que el anuncio de TikTok tuvo un tono que no gustó mucho, según los propios empleados, quienes coincidieron en calificarlo como una amenaza; además, creen que ese llamado no era necesario, pues logró un efecto contrario entre los trabajadores, los cuales ahora, según The New York Times, ahora sienten temor de no poder cumplir con lo pactado.
Según un vocero de TikTok, Jodi Seth, la idea de la compañía era la de tener información clara para apoyar a los diferentes equipos de trabajo que comenzarán a regresar a sus oficinas.
“El objetivo principal de MyRTO es brindar mayor claridad y contexto tanto a los empleados como a los líderes sobre las expectativas de regreso a la oficina y los horarios de trabajo presencial, así como fomentar una comunicación más transparente”, señaló el vocero de TikTok.
X, entre la orden de Musk y el tono de conciliador de Yaccarino para regresar a la oficina
El trabajo en casa se le ha convertido en un dolor de cabeza a Elon Musk, quien ha recurrido a varias técnicas para poder convencer a los empleados de Twitter de regresar, de forma permanente, a las oficinas de la compañía en san Francisco y en Nueva York.
Aunque la plantilla de la compañía se ha visto fuertemente reducida desde la llegada de Musk a la cabeza de la red social, el magnate no ha corrido con suerte a la hora de persuadir a sus colaboradores para que abandonen el teletrabajo, por lo que en ocasiones ha utilizado la “cultura del miedo” para intentar tener éxito en su objetivo.
Al parecer esto está teniendo un efecto contrario entre quienes aún trabajan en la red social, pues se rehúsan a volver de forma física, invocando el “modo demonio”, como han denominado la versión más drástica de Musk desde que tomó las riendas de la plataforma y el cual incluye despidos masivos y amenazas constantes, por lo que muchos han entrado en la onda de pensar que “cada día podría ser el último”.
Varios testimonios de personas que trabajan para Twitter indicaron que los despidos aleatorios son cuestión de todos los meses y que el informe de gestión que presentan los empleados deja ver que a Musk no lo satisface ningún esfuerzo, por lo que no tienen reparo en adelantar sus labores desde casa.
Contrario a esto y tras el anuncio de Linda Yaccarino como directora ejecutiva de Twitter, justamente en reemplazo de Musk, la tónica de la nueva jefa parece ser diferente y mucho más moderada.
Al parecer, la mujer está buscando ser mucho más cercana a los empleados para convencerlos de volver a trabajar de forma presencial, por lo que ha acudido a viejas tácticas como crear una reunión a la que bautizó como “la hora del té”, según empleados de Twitter. San Francisco fue la primera sede de la compañía en aprovechar ese momento y luego se realizó en Nueva York.
Y es que esa parece ser una de las primeras misiones de Yaccarino, pues en dichos encuentros estuvo conversando de forma muy cercana con cada uno de los trabajadores de la compañía