Los científicos han estudiado durante siglos al universo. Al poner su mirada hacia los cielos observan una gran cantidad de cuerpos y objetos celestes que van desde planetas y asteroides hasta nebulosas y púlsares.
No obstante, no hay que mirar muy lejos para ver las maravillas que la bóveda celeste tiene para la humanidad, como lo son los eclipses, las lluvias de estrellas, las conjunciones de los planetas y los cometas que acompañan al sistema solar en su movimiento constante a través de la vía láctea.
Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar, cuyo nombre hace referencia al dios romano padre de los hombres (Zeus para los griegos), ha causado admiración en el mundo de la ciencia, ya que se logró evidenciar un relámpago verde en su interior, lo que provocó la atención de muchos astrónomos quienes dedican sus días a conocer más sobre este planeta.
Júpiter no deja de sorprender a la ciencia
La sonda espacial Juno de la Nasa fue la encargada de capturar la imagen de ese rayo verde que se dio en medio de una tormenta del gigante gaseoso.
Bien es sabido que los relámpagos no son exclusivos de la Tierra, por lo que se pueden encontrar en demás planetas del Sistema Solar e incluso por fuera de este, sin embargo, la ciencia está de acuerdo en que Júpiter presenta rayos que son muy raros e increíbles la vista por las tonalidades en las que se efectúan. Este planeta contiene muchas tormentas, además de presentar una atmósfera con nubes en forma de remolinos en donde se han podido observar algunos rayos.
De acuerdo con la revista Nature Communications, la luz verde proviene de un relámpago crepitante muy cerca del polo norte del planeta, donde es probable que estos rayos ocurran en nubes que contienen una solución de agua y amoniaco.
“Mientras la nave orbita alrededor de Júpiter, JunoCam toma imágenes del planeta desde diferentes ángulos y distancias radiales, apuntando a las características identificadas en parte a través de los esfuerzos de colaboración de la comunidad de astrónomos aficionados” precisó la página web de la NASA, enfatizando que JunoCam es la cámara de “ciencia ciudadana” de la sonda.
“Las imágenes de JunoCam se envían a la Tierra y se publican en el sitio web de Mission Juno, donde el público en general puede descargarlas para su posterior procesamiento de imágenes”, describió la institución aeroespacial.
La entidad reveló asimismo que la imagen del rayo verde fue procesada por el “científico ciudadano” Kevin M. Gill a partir de los datos sin procesar de JunoCam. De igual manera se conoció que la sonda estaba a 32 mil kilómetros encima de las nubes de Júpiter cerca del polo norte del planeta a 78° de latitud cuando capturó el fenómeno natural.
“Los numerosos descubrimientos de Juno han cambiado nuestra visión de la atmósfera y el interior de Júpiter, revelando una capa de clima atmosférico que se extiende mucho más allá de sus nubes y un interior profundo con un núcleo de elementos pesados diluidos o ‘borrosos’”, han expresado varios astrónomos de la NASA en su sitio web.
¿Por qué el relámpago es verde?
Aunque este color se hubiese dado por el procesamiento de color de la imagen, se ha comprobado que los rayos pueden ser de colores y por otro lado, las partículas de la atmósfera pueden alterar la tonalidad de los relámpagos. En el caso de la Tierra, los volcanes pueden añadir coloración azul, lila y morada a los relámpagos, por lo que no se subestima que en el caso de Júpiter el color verde sea natural.
Este gigante gaseoso fue el primero en el sistema solar, después de la Tierra, en donde se descubrió que la presencia de rayos era natural. La sonda Voyager 1 de la NASA detectó señales de radio reveladoras de estos relámpagos en las gigantes tormentas de Júpiter cuando pasó encima del planeta en 1979. Desde ese año en adelante, varias naves espaciales, como Juno, se han dirigido al planeta para estudiar estos fenómenos con más detalle.