Los electrodomésticos se han convertido en elementos prácticamente imprescindibles dentro del hogar. Día a día, las personas los utilizan para cumplir múltiples tareas, como lavar la ropa, refrigerar los alimentos o cocinar. Sin embargo, su uso no es gratuito.
Estos artefactos requieren agua, energía eléctrica y gas para funcionar. En otras palabras, los denominados servicios públicos, que son cobrados a fin de mes por medio de una factura.
Ahora bien, el consumo depende en gran medida del uso que tengan los electrodomésticos dentro del hogar. Por esta razón, vale la pena implementar estrategias enfocadas en el ahorro, de manera que el gasto a fin de mes no sea tan elevado.
Uno de los aparatos más utilizados en la cotidianidad es la plancha. En vista de que requiere energía eléctrica para funcionar, un uso desmedido podría incrementar el valor cobrado en la factura. De hecho, existen varias prácticas que podrían ayudar en el ahorro.
El horario, por ejemplo, es uno de los elementos a tener en cuenta. En general, las horas recomendadas para planchar y ahorrar luz son en la madrugada, entre la 1:00 a. m. y las 6:00 a. m., o en la tarde, entre las 2:00 p. m. y las 6:00 p. m.
Estas franjas tienen varias explicaciones. En primer lugar, durante las horas mencionadas, la demanda de electricidad es menor, por lo que el precio también es más bajo. Frente a este punto vale precisar que solo aplica para los territorios donde las compañías eléctricas manejan tarifas en función de la hora. En esos casos, el precio aumenta durante las horas pico, generalmente de 6:00 p. m. a 11:00 p. m.
Otro elemento por el cual planchar entre estas horas ayudaría a ahorrar luz es que al existir menor demanda, también se reduce la carga sobre la red eléctrica. En tal virtud, tendría mayor estabilidad y eficiencia.
Aunque la hora elegida para planchar podría tener una ligera incidencia en el consumo de energía, hay prácticas más efectivas para materializar este ahorro. De acuerdo con información suministrada por la IA Gemini, algunos consejos adicionales incluyen:
- Planchar toda la ropa de una vez: Acumular la mayor cantidad de ropa posible para planchar en una sola sesión y así evitar encender y apagar la plancha con frecuencia.
- Elegir la temperatura adecuada: Planchar cada prenda a la temperatura recomendada para su tejido. Planchar a temperaturas más altas consume más energía.
- Desconectar la plancha cuando no se esté usando: No dejar la plancha encendida sin usarla, ya que esto consume energía innecesariamente.
- Utilizar una plancha eficiente: Elegir una plancha con certificación energética para asegurarse de que consume la menor cantidad de energía posible.
- Planchar en un lugar fresco y seco: Planchar en un lugar con buena ventilación ayudará a evitar el sobrecalentamiento de la plancha y a reducir el consumo de energía.