En la vida cotidiana, el acto de prestar algo a otra persona puede ser una manifestación de generosidad, confianza o camaradería. Sin embargo, no todo debe ser prestado sin antes evaluar las consecuencias. Hay ciertos objetos o pertenencias que, por diversas razones, nunca deberían prestarse. Estos artículos no solo tienen un valor material o sentimental, sino que su préstamo puede generar conflictos, malentendidos o incluso pérdida total.
Lista de cosas que nunca se deben prestar
1. Dinero
El dinero es uno de los bienes más delicados para prestar. Aunque el gesto de ofrecer ayuda económica puede parecer altruista, es fácil que las cosas se compliquen. Las relaciones personales pueden verse afectadas si la persona que recibe el dinero no lo devuelve a tiempo o nunca lo hace. El dinero puede generar tensiones, resentimientos y, en algunos casos, la pérdida de la confianza. Por ello, es recomendable no prestar grandes cantidades de dinero, ya que el préstamo podría poner en riesgo la relación.
2. Artículos personales con valor sentimental
Existen objetos que tienen un valor emocional único y personal. Estos artículos pueden ser desde fotografías, cartas, joyas familiares o cualquier otro bien que guarde recuerdos significativos. Prestar algo que tiene un valor sentimental puede ser arriesgado, dado que si se daña, pierde o simplemente no se devuelve, el daño será irreparable. Además, el hecho de que el objeto en cuestión sea de alto valor sentimental hace que su préstamo esté cargado de una gran expectativa, lo que aumenta el riesgo de conflicto.
3. Ropa interior y prendas de uso íntimo
La ropa interior y otras prendas de uso personal, como pijamas o bañadores, son artículos extremadamente personales. Aunque puede parecer que algunos amigos o familiares tienen la confianza suficiente para prestar este tipo de ropa, es una mala idea hacerlo. Estas prendas tienen contacto directo con el cuerpo, lo que puede generar preocupaciones sobre la higiene o la comodidad del otro.
4. Productos de higiene personal
Los productos de higiene personal, como toallas, cepillos de dientes, desodorantes, champús, entre otros, deben mantenerse en la esfera personal de cada individuo. Estos objetos están destinados al uso exclusivo de una persona, y prestar alguno de ellos puede ser incómodo e insalubre. El contacto con estos productos puede transmitir gérmenes o bacterias, por lo que es mejor mantenerlos como pertenencias privadas.
5. Equipos electrónicos costosos
Las herramientas, equipos electrónicos o cualquier otro dispositivo de alto valor pueden ser difíciles de reemplazar o reparar si se dañan. Aunque uno pueda tener la intención de prestar un artículo con buena voluntad, la posibilidad de que el mismo se dañe, pierda o no se devuelva en las condiciones originales es alta. Un teléfono móvil, una cámara fotográfica, una computadora portátil o cualquier otro dispositivo valioso pueden provocar tensiones, especialmente si el prestamista considera que su equipo fue maltratado.
Aunque la generosidad es un valor importante, es esencial que las personas sean cuidadosas al decidir qué prestar y a quién. Algunos objetos, ya sea por su valor material, sentimental o práctico, son demasiado valiosos como para ser compartidos sin pensar en las posibles consecuencias. Al prestar algo, es importante tener claro lo que se está ofreciendo y estar preparado para asumir las implicaciones de dicho préstamo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.