Hoy en día existen cientos de modalidades de estafa, ya que a medida que evoluciona la tecnología, también lo hacen los ciberdelincuentes, quienes constantemente buscan nuevas estrategias para que los usuarios caigan en sus trampas.
No es un secreto que los dispositivos tecnológicos son un blanco atractivo para los criminales, pues en teléfonos y computadoras las personas almacenan una gran cantidad de datos personales, como números, contraseñas, correos electrónicos y más, que en manos equivocadas pueden representar un riesgo significativo para la seguridad digital.
Por ejemplo, en los últimos años, una de las modalidades de engaño que se ha popularizado es a través de mensajes de texto o aplicaciones de mensajería. En estos, los delincuentes envían información falsa con enlaces maliciosos que, una vez abiertos, dirigen a las personas a páginas falsas que roban sus datos confidenciales.
Sin embargo, las llamadas telefónicas también son una herramienta efectiva para los piratas informáticos, ya que es más fácil persuadir a sus víctimas y lograr su objetivo sin mayor esfuerzo. Seguramente, cuando recibe una llamada de un número desconocido, usted responde con algunas de las siguientes palabras: “Hola”, “Diga”, “¿Con quién hablo?”, o “¿Sí?”. Aunque esto puede parecer normal, debe estar atento a lo que dice por qué podría ser víctima de una estafa sin darse cuenta.
El medio elEconomista.es reseña que el Banco de España en su portal web ha alertado sobre una nueva modalidad de estafa telefónica a la que deben estar atentas las personas en todo el mundo, dado que estas técnicas se van expandiendo por diferentes países hasta conseguir grandes cantidades de dinero.
La entidad menciona que contestar “sí”, en una simple llamada, puede ser la puerta de entrada para que los ciberdelincuentes comiencen a llevar a cabo fraudes bajo su nombre. Pero, ¿cómo funciona y cómo evitar caer en estos engaños?
La fuente explica que lo primero que hacen los malhechores es hacer una llamada, haciéndose pasar por una empresa legítima, especialmente un banco, y se presentan como asesores de la entidad para ofrecer un servicio de venta o atención al cliente. Es entonces cuando aprovechan para interactuar con la víctima, haciéndole una serie de preguntas inofensivas hasta conseguir que diga la palabra mágica: “sí”, ya sea en pregunta o afirmación.
Otro modus operandi es llamar y quedarse en silencio, esperando que la persona emita algún tipo de comunicación. Una vez que la víctima dice “sí”, graban la llamada. Con el registro de la voz del usuario diciendo dicha palabra y la obtención de otros datos personales, inician diversos tipos de estafas usando el nombre de la víctima.
Aunque evitar estos engaños puede resultar complejo, es posible tomar medidas preventivas para mitigar el riesgo. Una de estas medidas es ser cauteloso al responder llamadas de números desconocidos y no suministrar datos sensibles con facilidad. El primer paso es desconfiar: tenga en cuenta que las entidades legítimas no le solicitarán información personal o trámites por teléfono. Si recibe una llamada sospechosa, ignore la comunicación y diríjase a la sede más cercana para asegurarse de que todo es verídico.