La llegada de los smartphones ha impactado de manera significativa la vida laboral y personal de los usuarios, ya que ofrecen una amplia variedad de funciones que facilitan la comunicación, el acceso a la información y el entretenimiento, entre muchas otras utilidades en la era digital actual.
Por ejemplo, la opción de realizar capturas de pantalla se ha convertido en una de las más utilizadas, dado que permite documentar información, guardar y compartir contenido importante, como texto, correos electrónicos o información de sitios web, sin necesidad de transcribir manualmente. Esto resulta especialmente útil en situaciones donde la precisión es clave, como en la recopilación de datos o en la comunicación de instrucciones.
Las capturas de pantalla son imágenes obtenidas al presionar el botón de encendido y el de aumentar el volumen del dispositivo; dichas imágenes se almacenan para que el usuario pueda acceder a ellas cuando lo requiera. Estas herramientas ofrecen múltiples ventajas. En el ámbito del desarrollo de software y la creación de aplicaciones, las capturas de pantalla desempeñan un papel crucial. Los desarrolladores y diseñadores las utilizan para mostrar el progreso de un proyecto, presentar la interfaz de usuario y recibir retroalimentación de colegas o usuarios.
En su día a día, los usuarios las emplean para capturar y difundir publicaciones, memes o conversaciones que desean destacar, creando así un espacio de interacción y entretenimiento en línea. Sin embargo, es común que, al utilizar esta función, algunos datos personales queden capturados en la imagen, lo que lleva a que algunos prefieran ocultar o difuminar esa información.
Si bien esta puede parecer una solución efectiva, existen riesgos que pueden comprometer la seguridad y privacidad de la persona, ya que, con habilidades básicas de edición, una persona inescrupulosa o un delincuente podría revertir lo realizado y finalmente acceder a la información personal expuesta. Es importante destacar que al reducir la luminosidad, bajar el contraste o aumentar el brillo, lo que se creía oculto puede volver a hacerse visible en la foto. Esta práctica puede resultar potencialmente peligrosa, especialmente si dentro de la captura se incluyen datos bancarios, la dirección del hogar o detalles sobre la vida personal que no deberían compartirse. Si alguien tiene acceso a esta información, se expone al riesgo de sufrir robos de identidad o fraudes.
¿Cómo usar elementos gráficos en las capturas de pantalla?
Un método eficaz para proteger las capturas de pantalla y hacerlas más seguras es añadir elementos gráficos, especialmente si se comparten con amigos, familiares o colegas con quienes no se desea compartir cierta información. Esto se puede lograr utilizando stickers y emojis sobre los datos personales, porque no solo ocultan lo visible, sino que también dificultan su recuperación mediante edición de imagen debido a su alta opacidad y a la complejidad de los patrones que presentan.
Otra opción es recortar la imagen para ocultar un segmento específico. Editar la captura antes de compartirla puede asegurar que la información no sea visible. Aunque cubrir los datos en una captura de pantalla es esencial para proteger la seguridad digital, debe hacerse de manera correcta para reducir el riesgo de filtración de datos.