Los Juegos Olímpicos de París 2024 se han distinguido no solo por la excelencia atlética, sino por la integración de tecnología de vanguardia en la definición precisa de los ganadores en las competencias más ajustadas.
Entre las innovaciones más destacadas, la cámara de fotofinish Scan’O’Vision ULTIMATE de Omega ha jugado un papel crucial, especialmente en la histórica carrera de los 100 metros planos, donde la precisión en la línea de meta fue esencial para determinar al campeón.
La carrera de los 100 metros
La final de 100 metros planos de atletismo es, tradicionalmente, uno de los eventos más esperados en los Juegos Olímpicos, y París 2024 no fue la excepción. El 4 de agosto, el estadio Stade de France fue el escenario de una de las competencias más reñidas de todos los tiempos. Noah Lyles, de Estados Unidos, y Kishane Thompson, de Jamaica, cruzaron la meta en un tiempo idéntico de 9.79 segundos, lo que inicialmente planteó dudas sobre quién se llevaría la medalla de oro.
Durante varios segundos tras el final de la carrera, tanto el estadounidense como el jamaiquino creían que habían ganado la medalla de oro en la que es una de las dos “pruebas reina” de las olimpiadas. Las opiniones estaban divididas: las imágenes en televisión mostraban que el pie de Thompson había atravesado primero la meta, mientras otros argumentaban que era la cabeza lo que importaba, en cuyo caso era Lyles quien merecía la presea dorada. Sin embargo, la tecnología de la Scan’O’Vision ULTIMATE permitió determinar que el pecho de Lyles tocó primero la línea de meta, otorgándole la victoria.
Este resultado no solo definió al campeón de la prueba, también destacó la importancia de la tecnología en la resolución de disputas tan ajustadas. Según el reglamento de la Federación Internacional de Atletismo, “el tiempo de llegada se determina por la primera parte del torso del atleta en cruzar la meta, excluyendo la cabeza, el cuello, los brazos, las piernas, las manos y los pies”.
“Pensé que Thompson lo tenía al final. Me acerqué a él mientras esperábamos y le dije: ‘Creo que lo tienes, bien hecho’, y luego apareció mi nombre y dije: Dios mío, soy increíble”, explicó Lyles a los medios. “Voy a ser honesto, no estaba listo para verme de primero y es la primera vez que digo esto. No estaba listo para verlo”, añadió.
Por su parte, Thompson señaló que aprendió una lección. “No fui lo suficientemente paciente conmigo mismo como para dejar que mi velocidad me llevara a la línea, a la posición a la que sé que podría haber llegado, pero he aprendido de ello”, dijo.
La evolución de la tecnología de fotofinish
La Scan’O’Vision ULTIMATE representa la evolución en tecnología de cronometraje y fotofinish. Este sistema de Omega, diseñado específicamente para eventos de alta competencia como los Juegos Olímpicos, puede capturar hasta 40.000 imágenes digitales por segundo en la línea de meta.
A diferencia de las cámaras convencionales, no toma fotografías tradicionales, sino que captura una serie continua de tomas verticales a lo largo de la línea de llegada. Estas tomas se ensamblan horizontalmente, siguiendo un código de tiempo con una precisión extraordinaria de hasta 0.1 partes por millón.
Gracias a esta tecnología, los operadores pueden identificar con exactitud el momento exacto en que el torso de un atleta cruza la línea de meta, lo que es crucial en carreras tan disputadas como la final de los 100 metros planos en París 2024. La cámara también está equipada con sensores de color avanzados que eliminan las interferencias de píxeles, lo que garantiza imágenes más limpias y claras, facilitando la decisión de los jueces.
Omega y los Juegos Olímpicos
La historia de Omega como cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos se remonta a 1932. La marca suiza ha estado a la vanguardia de la tecnología de cronometraje deportivo y ha introducido varias innovaciones que han revolucionado la forma en que se determinan los resultados en las competiciones atléticas.
En 1948, presentó su primera cámara de fotofinish de hendidura en los Juegos Olímpicos de Londres, una tecnología que, en su momento, supuso un gran avance en la medición precisa del tiempo. Desde entonces, la marca ha continuado perfeccionando esta tecnología, desarrollando cámaras como la Integrated Photofinish Camera en los Juegos de 1956 y 1960, la Photosprint en 1968, y la Photosprint 2 en 1976, que se convirtió en el estándar durante más de una década.
La introducción de la Scan’O’Vision en la década de 1990 marcó otro hito en el cronometraje digital, con una precisión de 1/1000 de segundo. Más recientemente, la Scan’O’Vision MYRIA, utilizada en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020, capturaba hasta 10.000 imágenes digitales por segundo. Ahora, la Scan’O’Vision ULTIMATE ha llevado esta tecnología a un nuevo nivel, triplicando la capacidad de captura de imágenes y mejorando la precisión y claridad de los resultados.
La carrera de los 100 metros planos en París 2024 se convirtió en la más rápida de todos los tiempos, con los ocho finalistas cruzando la meta en menos de 10 segundos, una hazaña sin precedentes en la historia del atletismo.