Para muchos dueños de mascotas, el hogar es un refugio seguro para sus animales. Sin embargo, existe un electrodoméstico común que podría estar afectando negativamente la salud de nuestros amigos de cuatro patas: la aspiradora. Aunque parezca inofensiva y es una herramienta esencial para mantener la casa limpia, su uso frecuente puede tener consecuencias inesperadas para las mascotas.
Uno de los principales problemas que este aparato representa para las mascotas es el ruido que generan. Los perros, gatos y otros animales domésticos tienen un sentido del oído mucho más agudo que los humanos. Lo que para nosotros puede ser un simple ruido de fondo, para ellos puede ser una fuente de estrés significativa. Según varios estudios veterinarios, el ruido de la aspiradora puede provocar un aumento en los niveles de ansiedad en los animales, lo que a largo plazo podría derivar en problemas de comportamiento.
Este estrés se manifiesta de diversas formas: algunas mascotas se esconden, otras pueden volverse agresivas o incluso desarrollar fobias. En casos extremos, el ruido constante de este electrodoméstico podría contribuir a un deterioro general en la calidad de vida del animal.
Contaminación del aire interior
Otro aspecto menos conocido, pero igualmente importante, es la posible contaminación del aire que puede producir una aspiradora. Aunque su función principal es recoger polvo y otros alérgenos, muchas, especialmente las más antiguas o aquellas que no cuentan con filtros HEPA, pueden liberar partículas finas en el aire. Estas pueden incluir pelos de mascotas, ácaros y otros alérgenos, que pueden ser inhalados por tus animales, provocando problemas respiratorios.
Las razas de perros y gatos que ya son propensas a problemas respiratorios, como los bulldogs o los gatos persas, pueden verse especialmente afectados. Los síntomas pueden variar desde estornudos frecuentes hasta dificultades respiratorias graves.
No se trata de deshacerse de la aspiradora, pero sí de utilizarla con cuidado. Una buena práctica es optar por modelos que cuenten con filtros HEPA, los cuales son más eficaces para atrapar las partículas finas y evitar que se liberen nuevamente al ambiente. Además, es recomendable aspirar cuando la mascota no esté en la habitación, reduciendo así su exposición al ruido y al polvo en el aire.
También es crucial mantener este dispositivo en buen estado, limpiando y cambiando los filtros regularmente. Si uno de estos componentes está sucio no solo será menos efectivo, sino que también podría liberar más partículas dañinas en el aire.
Además, si su mascota es particularmente sensible al ruido de este electrodoméstico, existen alternativas que podría considerar. Por ejemplo, algunas aspiradoras en el mercado están diseñadas específicamente para ser más silenciosas, lo que podría ayudar a reducir el estrés del pequeño amigo de cuatro patas. Otra opción es usar barredoras manuales para la limpieza diaria, reservando el aparato para limpiezas más profundas y menos frecuentes.
Adicionalmente, se pueden utilizar purificadores de aire en el hogar, que ayudan a eliminar partículas en suspensión, reduciendo la carga de alérgenos en el ambiente y mejorando la calidad del aire para toda la familia, incluida tu mascota.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.