Aunque la tecnología ha avanzado a gran velocidad en las últimas décadas, los televisores siguen siendo una de las herramientas más relevantes en los hogares de todo el mundo. Su rol ha evolucionado, adaptándose a las nuevas demandas de entretenimiento, información y conectividad, pero su presencia sigue siendo fundamental en la vida cotidiana.
Los televisores continúan siendo la principal fuente de entretenimiento en muchos hogares. Las plataformas de streaming como Netflix, Disney+, Amazon Prime y otras, han transformado la manera en que se consumen series, películas y documentales.
Sin embargo, estos dispositivos no solo sirven para ver canales, ya que también se conectan a una variedad de dispositivos externos, como consolas de videojuegos, reproductores de Blu-ray, sistemas de sonido e incluso dispositivos de streaming como Roku o Chromecast. A pesar de sus ventajas, pocos son conscientes de que cada uno de estos aparatos contribuye al aumento en el consumo energético del televisor.
¿Por qué los dispositivos externos incrementan el consumo de energía del televisor?
En primer lugar, uno de los factores más significativos que incrementa el consumo de energía es la necesidad de mantener una fuente de energía activa para los dispositivos externos. A menudo, cuando el televisor está en modo de espera (standby), sigue proporcionando energía a los puertos HDMI, USB o Ethernet, lo que permite que los dispositivos conectados continúen funcionando correctamente, incluso cuando no están en uso. Este fenómeno se conoce como “vampiro energético” o “consumo fantasma”, ya que la energía fluye hacia los dispositivos conectados sin que el televisor esté en funcionamiento
Además del suministro de energía para mantener los dispositivos operativos, cada uno de los aparatos conectados al televisor demanda una cantidad adicional de energía. Las consolas de videojuegos tienen un alto consumo energético incluso cuando están en modo de reposo.
De manera similar, otros dispositivos como los reproductores Blu-ray, los decodificadores de televisión por cable o satélite y los sistemas de sonido externos suman su propio consumo de electricidad al total que utiliza el televisor.
Los dispositivos de streaming, aunque pequeños y de bajo consumo energético, también contribuyen al gasto general de electricidad. Estos dispositivos necesitan estar conectados al televisor y a Internet para realizar su función de transmisión de contenido. Aunque su consumo no es elevado, su conexión constante y el proceso de transmisión de datos a través de wifi aumentan el consumo, especialmente si se utilizan durante períodos prolongados.
¿Cómo evitar el aumento en el consumo de energía?
Para reducir el impacto energético de los dispositivos conectados, se recomienda desconectar aquellos que no se están utilizando, en lugar de dejarlos en modo standby. Utilizar una regleta con interruptor para apagar todos los dispositivos simultáneamente es una opción sencilla y eficaz. Además, optar por televisores y dispositivos con certificaciones de eficiencia energética, como la etiqueta Energy Star, puede ayudar a reducir el consumo total de electricidad.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.