Con el paso del tiempo, los delincuentes se van ‘actualizando’ y su ingenio los lleva a idear nuevos métodos que les permitan engañar a sus víctimas y quitarles su dinero. Hoy en día, las estafas han cogido un gran auge en todo el mundo y lastimosamente son millones las personas que se dedican a esto, debido a que tienen un gran espectro dado que son múltiples las modalidades.
Prácticamente a diario se conocen diferentes casos de personas que, para su tristeza, caen en las manos de los ladrones que les terminan hasta desocupando sus cuentas bancarias, algo que le puede cambiar la vida a alguien. Por ello, son varias las alertas que desde hace algún tiempo han lanzado los expertos en el tema, para que se extremen las medidas de seguridad y evitar caer de esta forma en los engaños.
Un mensaje en WhatsApp, una llamada, un mensaje de texto o cosas que a simple vista pueden parecer muy normales, son las ‘puertas’ que tienen los ladrones para ingresar a la vida de la víctima, conocer datos personales y manipular estos para alcanzar su objetivo de llevarse el dinero y hasta extorsionar.
Una de las modalidades más utilizadas por los delincuentes es hacerse pasar por un familiar, inventar alguna situación que haya ocurrido y, con base en esta, pedir un poco de dinero, una estafa muy común que cometen por medio de mensajes de WhatsApp y en el que muchas personas caen engañadas. Incluso, el diario La Vanguardia menciona que hoy en día hasta pueden llegar a clonar la voz, con lo que logran mentirle a la perfección a su víctima.
El truco para no caer
Afortunadamente, existen varias estrategias que se pueden emplear para contrarrestar estos métodos de delincuencia, uno de ellos es con el uso de contraseñas familiares, un truco muy fácil y efectivo.
De acuerdo con el medio mencionado, esta acción hace referencia a un dato o respuesta que solo sepan los miembros de una familia, es decir, se debe llegar a un común acuerdo acerca de esto. Debería ser algo sencillo de recordar, pero que resulte prácticamente imposible saber para alguien que es externo a la unidad familiar.
La Vanguardia señala que debe ser un dato que nunca sepa alguien externo, por lo que lo más recomendable es evitar el nombre de mascotas o fechas especiales, ya que este tipo de información puede ser encontrada fácilmente a través de las redes sociales. En ese caso, puede ser, por ejemplo, el apodo de una persona o cómo llamaba la abuela al esposo durante la juventud, ya que son datos que no se suelen compartir.
Por lo general, los delincuentes juegan con la urgencia de una persona, por lo que siempre suelen pedir que el dinero o la información sea suministrada de manera rápida, ya que inventan normalmente una situación delicada. En este punto, es donde la contraseña familiar juega un papel importante, ya que la persona que está intentando ser engañada debe hacer la respectiva pregunta y allí el delincuente caerá, pues no sabrá la respuesta.